Este tío que ni nos hable. Que ni se dirija a nosotros. Que se reserve sus sonsonetes para su parroquia. ¿No se ha dado cuenta aún de que, si bien hay muchos que le creen somos también muchos los que nos fiamos más de una víbora que de él? Él ha roto la convivencia en España. Es un ser nefasto. A mí, desde luego, que ni se dirija ni para relanzar ni para lanzar nada. ¡Sólo nos faltaba que ahora apareciera de perdonavidas!