L D (Agencias) Tras el debate del proyecto de Ley para la ratificación del tratado por el que se establece una Constitución para Europa, el pleno del Congreso ha ratificado por mayoría la Carta Magna de la UE por 319 votos a favor, 19 en contra y ninguna abstención ERC, Izquierda Verde, BNG, EA, CHA y Nafarroa Bai.
Curiosamente, la protagonista del debate fue la política nacional y no la europea después de que José Luis Rodríguez Zapatero indicara al líder de la oposición, Mariano Rajoy, cuáles deberían ser sus prioridades políticas: "Quizá más valdría que algunos más preocupados por lo que pueda pasar en el referéndum de Francia, se preocuparan por lo que ha pasado en Euskadi o por lo que puede pasar en Galicia. Tendrían una tarea más comprometida con su tiempo y con su responsabilidad".
Ante esta interpelación, Rajoy pidió la palabra al presidente del Congreso. "Yo estoy preocupado por lo que ha sucedido en el País Vasco y aprovecho la oportunidad para pedirle una vez más que aplique la Ley de Partidos", dijo el presidente del PP en referencia a la presencia de ETA en el Parlamento a través de los Comunistas de las Tierras Vascas. "¿Cómo no me voy a preocupar por lo que está pasando en Francia?", se preguntó Rajoy, que recordó la importancia de que los franceses se nieguen a ratificar el Tratado. Por ello, reprochó a Zapatero que haya "despachado" esta cuestión "con una frivolidad muy propia de su forma de actuar en la vida pública".
Quizá consciente de su patinazo, Zapatero indicó que su comentario había sido "una broma" y apuntó que a Rajoy no debería sentarle mal que se le haya invitado a reflexionar sobre el "descenso muy notable de su partido y el ascenso notable del PSOE". En su opinión, con las constantes llamadas a actuar contra el PCTV, Rajoy "va a acabar compitiendo con algún otro líder político en ese famoso erre que erre". Terció en el debate el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que reprochó al presidente del Gobierno haber utilizado el debate sobre la Constitución Europea para entrar "en temas de política interior y de confrontación".
Lo cierto es que Rajoy fue muy duro en su discurso con el hecho de que la "cesión" España a Alemania y Francia en la redacción de la Constitución europea no haya servido para que estos dos países nos apoyen en la negociación de los Fondos de Cohesión.En concreto, criticó al presidente del Ejecutivo por ceder "a cambio de nada" la cuota de poder en la UE que España consiguió en el Tratado precedente de Niza. "¡Nunca me cansaré de lamentarlo! Más ahora, cuando aquellos antes los que cedió, para hacerles un favor, nos dejan solos y nos niegan los Fondos de Cohesión", manifestó Rajoy en referencia a Francia y Alemania. "Menudo negocio hizo usted: se ha quedado sin Niza y, si Dios no lo remedia, se va a quedar sin fondos", añadió. En cualquier caso, puso a disposición del Gobierno el apoyo del PP y toda su influencia, "grande o pequeña", para que Zapatero pueda lograr el mejor resultado en la actual negociación de las próximas Perspectivas Financieras en beneficio de los españoles.
"Negros nubarrones" sobre el futuro de la Constitución europea
El líder popular no dudó en advertir de que se ciernen "negros nubarrones" sobre el futuro de la Constitución europea. En especial, se centró en el debate político en Francia de cara a la consulta a finales de mayo. "Nubarrones que se han formado en Francia, es decir en lo que ellos llaman la Vieja Europa aunque usted se empeñe en bautizarla como Nueva. Se ve que aquellos a los que usted considera los auténticos europeístas no están de acuerdo con usted y, además, contemplan a Europa de otra manera", indicó dirigiéndose a Zapatero. En este sentido, Rajoy conminó al presidente del Gobierno a discutir cuáles serán las previsiones de los Veinticinco en caso de un rechazo francés a la Constitución. Asimismo, ironizó sobre la participación de Zapatero en la campaña socialista francesa. "Está bien que acuda para convencer a los socialistas franceses, porque son votantes socialistas, sin duda mal informados, la mayoría de los que rechazan la Constitución en Francia", señaló.
Por su parte, el presidente del Gobierno pidió al Congreso de los Diputados que ratifique la Constitución Europea "como señal positiva de España hacia Europa y como una muestra de confianza en el resultado final del proceso de ratificación". Ante los problemas de ratificación con que se encuentra la Constitución europea en otros países, especialmente en Francia, Zapatero recordó que la Ue ya ha vivido "momentos difíciles por la propia ambición del proyecto de construcción europea" pero también que siempre "prevalece la voluntad y la responsabilidad de todos europeos en la confianza de avanzar en el proyecto de convivencia que mejor ha defendido y defiende nuestros valores".