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Zapatero busca el apoyo del PNV para los PGE y la reforma de las pensiones

El presidente del Gobierno telefoneó hace unas dos semanas, a finales del mes de junio, al presidente del PNV para plantearle la necesidad de alcanzar acuerdos en varios asuntos. En el objetivo: los Presupuestos Generales del Estado, la reforma económica y la reforma de las pensiones. 

Esta conversación se produjo pocos días después de que el PNV se abstuviera en la convalidación del decreto sobre reforma laboral y también fue posterior a que el máximo dirigente del PNV anunciara su disposición a alcanzar un acuerdo con el Gobierno para apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2011, a cambio de más autogobierno. Se trataría, según dijo Urkullu el pasado 23 de junio, de un pacto que "signifique certidumbre presupuestaria para la economía y avance en el autogobierno".

La respuesta pública del portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, fue que era pronto para negociar el Presupuesto y que eso tocaba a partir de septiembre. Sin embargo, la llamada de Zapatero a Urkullu se podría interpretar como una recogida del guante que le lanzó Urkullu y se enmarcaría también en el cortejo al PNV que el presidente decidió intensificar tras el rechazo de los nacionalistas vascos a las medidas de recorte que aprobó el Gobierno el pasado 27 de mayo en el Parlamento tan sólo con el voto de los socialistas.

En aquel momento y después del 'no' del PNV a congelar pensiones y recortar el salario de los funcionarios, Zapatero llegó a reconocer al dirigente nacionalista que él y su Gobierno no habían hecho esfuerzos suficientes para conseguir el apoyo de los nacionalistas vascos. El jefe del Ejecutivo trabajaba ya, en aquel momento, con la vista puesta en la convalidación del decreto de reforma laboral, que aprobó el día 16 el Consejo de Ministros y que se convalidó el 22 en el Parlamento, en esta ocasión con la abstención del Grupo Nacionalista Vasco.

Ahora y con otros asuntos en el horizonte que necesitarán del apoyo parlamentario de otros grupos, como la reforma de las Pensiones, la reforma financiera y, sobre todo, los Presupuestos Generales del Estado, Zapatero vuelve a contactar con el presidente del PNV.

En esta ocasión, el jefe del Ejecutivo explicó a Urkullu la situación económica internacional, así como la evolución de la crisis española. De hecho, la conversación se produjo pocos días después de que se desatara la alarma financiera y se acordara en Bruselas la publicación de los test de stress de los bancos españoles y europeos.Tras exponer Zapatero al dirigente nacionalista la gravedad de la crisis le planteó la necesidad de alcanzar acuerdos en numerosos asuntos con el objetivo de dar estabilidad, según señalaron fuentes nacionalistas, quienes precisaron que el presidente no realizó una oferta concreta de pactos, aunque está claro que entre ellos están los próximos Presupuestos.

Oferta de pacto

Precisamente y en relación con las Cuentes Públicas para 2011, las fuentes consultadas señalaron que, una vez expuesta la voluntad de diálogo por parte del PNV y la demanda de incremento del autogobierno, este partido espera ahora que sea el Ejecutivo el que haga una oferta de pacto más concreta que vaya en esa dirección.

De hecho, cuando Urkullu realizó su oferta de pacto, apostó por trasladar "el acuerdo en torno al Concierto" logrado en la negociación del año pasado "al contexto global de compromiso con el autogobierno". Y esta misma semana y tras la reunión que este mantuvo el presidente del PP en Madrid, el dirigente nacionalista dejaba claro que el de 2011 no era un Presupuesto más, sino que el acuerdo suponía dotar al Gobierno de estabilidad.

Y aunque dijo que su partido no tenía aún nada "prefijado" sobre cuál será su voto y que el presidente del Gobierno "todavía" tiene "opción para elegir" socios, también precisó que su partido no tiene "vocación" de llegar a acuerdos permanentes ni con el PSOE, ni con el PP.

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