(Libertad Digital) En declaraciones al diario ABC , el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se muestra mucho más moderado que su secretario de Organización, José Blanco, que sigue manteniendo que el PSOE ha conseguido una gran victoria en las últimas elecciones municipales y autonómicas a pesar de que su distancia sobre el PP apenas ha sido de 100.000 votos. Mucho más prudente que Blanco, Zapatero dice que los resultados del PSOE sólo han sido “moderadamente positivos”. Durante toda la campaña electoral, Zapatero ha insistido en tres temas fundamentales para intentar arañar votos al PP: la guerra de Irak, el “Prestige” y el Plan Hidrológico. La campaña se ha centrado en los asuntos de carácter nacional, arrinconando las propuestas de los socialistas en cada territorio. Esta estrategia ha sido abiertamente criticada por José Bono, Joaquín Leguina y Juan Alberto Belloch.
Sin embargo, el secretario general del PSOE no reconoce el error estratégico de su campaña y elude asumir su responsabilidad y la de su equipo. En declaraciones al ABC , Zapatero se limita a explicar que “tenemos que tener muy presente que las elecciones del domingo ante todo eran municipales y autonómicas. Analizando los datos se pone de manifiesto que una cosa es lo que ha hecho el Gobierno de la Nación y otra la gestión de un alcalde o de un presidente de Comunidad, y que los ciudadanos lo valoran de modo distinto porque, si no, no habría resultados tan diferentes”. A pesar de su campaña electoral, en la que puso el acento en asuntos nacionales, Zapatero afirma a continuación que “lo que ha sido la tarea de Gobierno del PP ha contado relativamente” en estas elecciones, pero no ceja en el empeño, al afirmar que “cuando lleguen las elecciones generales se juzgará mucho más directamente la tarea de gobierno del PP que cuando se trata de votar a un alcalde”.
Izquierda Unida, ¿socio preferente del PSOE?
Ante la posibilidad que se abre ahora de alcanzar pactos post-electorales con Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid y en Asturias, Zapatero explica que “el mapa municipal y autonómico es plural y complejo, pero allí donde hace falta completar mayorías es evidente que el PP no tiene quien le apoye. Por lo tanto, es bastante lógico que si el PSOE tiene el apoyo de otras fuerzas, sean regionalistas o sea Izquierda Unida, ejerza lo que es no sólo su derecho sino también su obligación, de afrontar la formación de gobiernos porque no se puede gobernar sin sostén parlamentario”. Preguntado precisamente sobre si ese sostén será IU en la mayoría de los casos, sobre todo después de que Aznar insistiera en que el equipo Llamazares-Zapatero es una “coalición radical”, el líder del PSOE responde que “la gente mira lo que se hace, más que quién lo hace” y añade que “la prueba es que hay una gestión municipal de IU que, por ejemplo, en Córdoba tiene un respaldo muy amplio”.
Con respecto a la posibilidad de pactos en la Comunidad de Madrid, Zapatero se limita a describir los hechos: “En Madrid –dice– parece claro que IU tiene intención no sólo de apoyar sino de entrar en el Gobierno de Rafael Simancas”, mientras que con respecto a Asturias, donde el PSOE ha perdido la mayoría absoluta, Zapatero subraya que “mi impresión es que Vicente Álvarez-Areces gobernará en minoría por la situación política y las relaciones históricas entre el PSOE e IU en esta Comunidad”.
Sin embargo, el secretario general del PSOE no reconoce el error estratégico de su campaña y elude asumir su responsabilidad y la de su equipo. En declaraciones al ABC , Zapatero se limita a explicar que “tenemos que tener muy presente que las elecciones del domingo ante todo eran municipales y autonómicas. Analizando los datos se pone de manifiesto que una cosa es lo que ha hecho el Gobierno de la Nación y otra la gestión de un alcalde o de un presidente de Comunidad, y que los ciudadanos lo valoran de modo distinto porque, si no, no habría resultados tan diferentes”. A pesar de su campaña electoral, en la que puso el acento en asuntos nacionales, Zapatero afirma a continuación que “lo que ha sido la tarea de Gobierno del PP ha contado relativamente” en estas elecciones, pero no ceja en el empeño, al afirmar que “cuando lleguen las elecciones generales se juzgará mucho más directamente la tarea de gobierno del PP que cuando se trata de votar a un alcalde”.
Izquierda Unida, ¿socio preferente del PSOE?
Ante la posibilidad que se abre ahora de alcanzar pactos post-electorales con Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid y en Asturias, Zapatero explica que “el mapa municipal y autonómico es plural y complejo, pero allí donde hace falta completar mayorías es evidente que el PP no tiene quien le apoye. Por lo tanto, es bastante lógico que si el PSOE tiene el apoyo de otras fuerzas, sean regionalistas o sea Izquierda Unida, ejerza lo que es no sólo su derecho sino también su obligación, de afrontar la formación de gobiernos porque no se puede gobernar sin sostén parlamentario”. Preguntado precisamente sobre si ese sostén será IU en la mayoría de los casos, sobre todo después de que Aznar insistiera en que el equipo Llamazares-Zapatero es una “coalición radical”, el líder del PSOE responde que “la gente mira lo que se hace, más que quién lo hace” y añade que “la prueba es que hay una gestión municipal de IU que, por ejemplo, en Córdoba tiene un respaldo muy amplio”.
Con respecto a la posibilidad de pactos en la Comunidad de Madrid, Zapatero se limita a describir los hechos: “En Madrid –dice– parece claro que IU tiene intención no sólo de apoyar sino de entrar en el Gobierno de Rafael Simancas”, mientras que con respecto a Asturias, donde el PSOE ha perdido la mayoría absoluta, Zapatero subraya que “mi impresión es que Vicente Álvarez-Areces gobernará en minoría por la situación política y las relaciones históricas entre el PSOE e IU en esta Comunidad”.