L D (Agencias) Después de un fin de semana en el que los terroristas callejeros incrementaron sus ataques y Arnaldo Otegi dejó claras sus pretensiones de formar una "Euskal Herria republicana y socialista" en 2008, además de insultar a las víctimas, Zapatero, en una entrevista en Catalunya Radio, evitaba contestar al dirigente batasuno, pero si esbozaba algunas claves de lo que él llama "proceso de paz". Se hablará del "futuro de sus integrantes", dijo, y no excluyó las excarcelaciones.
Para quien sí tuvo críticas el presidente fue para el PP. Le reprochó a "sectores" de este partido la "falta de apoyo". Su líder, Mariano Rajoy, presentó en el Club Siglo XXI a María San Gil. Allí dijo que "no le debemos nada a ETA. La sociedad española es la que tiene la posición de acreedor en este caso. Es bueno no olvidarlo". Y determinó que el PP y la "gente decente" sólo quieren que los criminales de ETA "se disuelvan, lisa y llanamente" para que así vuelvan las libertades. "No estamos en un proceso de paz porque no hay ninguna guerra: aquí unos le quitan las libertades a los otros", concluyó. Pero, horas antes, Rajoy avanzaba que no centrará su intervención en el Debate de este martes en la negociación con ETA, sino que apostará por un discurso más global, que ha resumido en la "división" que ha generado Zapatero, entre los españoles.
En su entrevista en Catalunya Radio, Zapatero decía que el Ejecutivo no está teniendo un apoyo pleno del PP ante su proceso de negociación con ETA y reclamó a "sectores y voces" de este partido que tengan "una actitud distinta" porque, según él, es lo que desean los ciudadanos. Consideró que los populares "deben dar una explicación por su actitud" beligerante y advirtió que "los ciudadanos nos observan y de forma más intensa en cuestiones de este calado".
Zapatero dijo que ha reiterado recientemente al líder del PP, Mariano Rajoy, el ofrecimiento de convocar el Pacto Antiterrorista antes de su comparecencia en el Congreso para informar de la verificación del alto el fuego de ETA. El jefe del Ejecutivo dijo que tiene todo el interés en que el PP se responsabilice junto con el Gobierno en el objetivo de lograr la erradicación de la violencia terrorista. "Yo estaría dando un apoyo cerrado, sin condiciones, sin críticas ni exigencias", aseguró, y dijo que lo hizo "desde la oposición" con un apoyo "pleno, constante y continuo". "Algunos deberían tener esta actitud", indicó.
Al ser preguntado por las cuestiones de las que se hablará en el diálogo con ETA, explicó que se conversará "del proceso para que deponga definitivamente las armas, para que se disuelva como organización, y del futuro de sus integrantes", y, al ser requerido para que explicara si eso implicará excarcelaciones, señaló: "no hemos empezado a hablar".
El "carácter coyuntural" de la Justicia
El presidente insistió en que "la tarea de dar fin a ETA" exige "mucho trabajo y mucha inteligencia" y "trasciende a cualquier gobierno", por lo que "quienes más responsabilidad tienen deberían estar a la altura". El presidente del Gobierno reiteró su ofrecimiento de que "reciban la información que estimen conveniente a través de la vía que ellos decidan". "Está en sus manos", dijo y reiteró el "interés del Gobierno en que el principal partido de la oposición comparta esta tarea, se responsabilice con nosotros". "Sería el mejor servicio que harían al país", indicó.
Zapatero se refirió también a la influencia que podría tener en el proceso el posible encarcelamiento de algún integrante de Batasuna-ETA, tal y como ellos mismos advirtieron. El presidente indicó que "es imprescindible respetar la acción de la Justicia y pensar que esa acción tiene un carácter, en muchas ocasiones, que puede ser coyuntural frente a un proceso de fin de la violencia, de abrir un espacio distinto a la política en Euskadi, al compromiso democrático de quienes han estado cerca o secundando o comprendiendo la violencia".
Y mientras Zapatero pedía el apoyo del PP y le recriminaba su falta de apoyo, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, comparaba en RNE al PP con ETA-Batasuna. Dice el ministro que el camino "no va a ser fácil" y que se atravesarán "momentos de cierto nerviosismo en algunas áreas de la derecha y en otras relacionadas con la izquierda abertzale". El ministro instó a "no caer en las provocaciones de uno y otro lado" y a ser conscientes de que el proceso "no será una línea recta", y señaló que el Gobierno "está manteniendo la cabeza fría porque la responsabilidad que tenemos es muy alta y porque la paz es posible".