Zapatero acusa al PP de "no distinguir entre guerra y paz" pero no aclara a qué van los soldados a Líbano

(Libertad Digital) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó al Partido de Popular de no saber qué decir ante el envío de tropas españolas al Líbano porque "no sabe distinguir entre la guerra y la paz".

 

Zapatero evitó responder a ninguna de las preguntas que el PP ha formulado insistentemente en los últimos días sobre la misión en Líbano: ¿A qué van los soldados a Líbano exactamente? ¿Podrán usar la fuerza? ¿Cómo se desarmará al grupo terrorista Hezbolá? ¿Son suficientes 1.200 soldados?

 

El presidente, simplemente, volvió a airear el pasado para evocar la guerra de Irak. Insistió en que Aznar metió a España en una campaña "ilegal e ilegítima" y comparó aquella misión con la pacífica y legal de los soldados que su gobierno enviará ahora a Líbano.

 

Da igual que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, haya repetido lo obvio: que España no participó en la segunda guerra de Irak, a diferencia de la primera, donde estuvo por mandato del Gobierno del PSOE y con soldados de reemplazo; que la intervención de la coalición internacional en la segunda guerra de Irak estuvo amparada por una resolución de la ONU que advertía de "graves consecuencias" a la tiranía de Saddam Hussein si ésta no acreditaba la destrucción de todos sus arsenales de armas químicas; y que en la coalición internacional para la reconstrucción de Irak participaron 23 de los 25 países de la UE.

 

Da igual, porque Rodríguez Zapatero rescató los lemas de pancartas y mítines contra el Gobierno de Aznar y reprochó a Rajoy este domingo en Rodiezmo (León), que no sepa distinguir entre la guerra y la paz.

Zapatero hizo esa acusación en su intervención en la fiesta minera astur-leonesa, en la que defendió ese envío de tropas a la espera de que lo autorice el Parlamento.

"No saben qué decir, si sí o no, no tienen un discurso, no distinguen, y ¿sabéis por qué?, porque la derecha en este país no distingue entre la guerra y la paz, y ese es el problema más importante que tiene", añadió en referencia al PP.

El jefe del Ejecutivo recordó que cuando el Gobierno de José María Aznar envió soldados a Irak, decía que iban a una misión humanitaria y de paz, pero, frente a ello, subrayó que lo que hicieron es "apoyar una intervención ilegal, ilegítima" y que supuso "un fracaso histórico liderado por el presidente de Estados Unidos, George W.Bush.

Ahora subrayó que en Líbano se trata de garantizar un alto el fuego mediante un mandato de la ONU que pide a países democráticos como España que vayan allí para ponerse al servicio de la paz.

"Y lo vamos a hacer con plena convicción", garantizó Zapatero, siempre que el Parlamento avale el próximo jueves el envió de los soldados.

Esa precisión le llevó a recordar que su Ejecutivo ha decidido que el envío de tropas al extranjero deba ser autorizado por el Parlamento, por lo que ya no podrá ser consecuencia de "ningún capricho de un Gobierno o un presidente del Gobierno".

Además, se mostró tan "orgulloso" de haber decidido la retirada de las tropas españolas que estaban en Irak como de decir "sí a la paz" con el envío de soldados al Líbano.

 

 

El presidente del PP, Mariano Rajoy, tampoco aportó ninguna novedad este domingo, y se limitó a reiterar la expectativa de su partido de que el presidente en persona pida autorización al Congreso, explicando previamente los detalles de la misión militar.

 

El PP parece conformarse con estas dos condiciones: que comparezca Zapatero y que lo explique. A continuación, el PP estaría dispuesto a respaldar la decisión, según se desprende de las declaraciones del presidente de esta asociación política. Entre los populares, no obstante, hay voces que piden algo más. Esperanza Aguirre se preguntó en voz alta este domingo si los militares españoles podrán utilizar la fuerza para desarmar a Hezbolá.