En un acto para arropar a los candidatos socialistas en Asturias, José Luis Rodríguez Zapatero ha vinculado este sábado el progreso y los avances en el Estado de bienestar de España en las tres últimas décadas a los cambios emprendidos por los gobiernos socialistas en los 80, lo que ha utilizado para justificar sus propias reformas: "Lo que hoy sembramos es la prosperidad de mañana", según informa EFE.
Así, ante los 2.000 simpatizantes que se han acercado al Pabellón Municipal Corredoria Arena, de Oviedo, Zapatero prácticamente ha eliminado de la historia de este país la brutal crisis económica de los primeros años 90, con el PSOE en el poder, y los años de prosperidad llegados a partir del 96, cuando fue Aznar el ocupante de la Moncloa.
En varias ocasiones ha insistido en la idea de que la "responsabilidad hacia España" y la "coherencia" con las ideas socialistas le han llevado a plantear cambios considera necesarios "para seguir avanzando y consolidar el Estado de bienestar".
Llama poderosamente la atención que Zapatero use la palabra coherencia en materia económica, después de que él mismo y su Gobierno acumulen docenas de rectificaciones en el campo, desde la última sobre la fecha de salida a bolsa de las cajas, hasta el giro de 180º dado el pasado mes de mayo, cuando pasó en menos de una semana de "reducción de déficit sí, drástica no" a presentar en el Parlamento un plan de severos recortes.
Críticas al PP
Según Zapatero, no se puede decir lo mismo en cuanto a responsabilidad y coherencia, de una derecha que ya en los cambios de los 80 "miró para otro lado" y hoy, ante una reforma como la de las pensiones, se ha situado incluso "más a la izquierda que los sindicatos".
"Por eso en los 30 años de democracia las dos terceras partes del tiempo ha gobernando el PSOE, y por eso en los próximos años seguirá gobernando, por la incoherencia y la falta de compromiso del PP con la tarea colectiva", ha dicho.
Zapatero se ha quejado de que "como casi siempre" el PSOE toma estas medidas "en solitario y sin el respaldo de la derecha", que "no tiene ni criterio, ni proyecto ni coherencia".
"¿Os imagináis un partido de centro-derecha europeo que ante el debate de las pensiones se posicionara en contra, o más allá de los sindicatos? No lo hay", se ha respondido.
En esta línea, ha defendido su reciente reforma de las pensiones, planteada "con acierto y con acuerdo", que servirá para consolidar el sistema público y para transmitir confianza y seguridad a los ciudadanos ante su futuro.
Vuelve con el talante
Zapatero ha instado a los candidatos a que defiendan las reformas apelando a las ideas socialistas y al compromiso del partido con España y a dar la cara, "aguantando la crítica con buen talante".
"Reconoceréis que tengo entrenamiento en los últimos tiempos, me he sometido ya a todas las pruebas de resistencia, y a mí el talante no me lo va a hacer cambiar nadie, ni aunque toda la derecha que se ponga a atacarme más cada día", ha afirmado el mismo político que confesó a Iñaki Gabilondo "nos interesa que haya tensión" en la campaña de las elecciones de 2008.
Tampoco ha perdido la ocasión de hablar de la división interna de los populares asturianos, con la salida del exministro Francisco Álvarez-Cascos del partido: "Asturias no quiere peleas ni fulanismos, sino partidos unidos y así lo va a demostrar en las elecciones de mayo", ha augurado distanciándose radicalmente de lo que hasta ahora han dicho las encuestas.