L D (EFE) Luis José Galán, el único español acusado de pertenecer a una célula terroristas de Al-Qaeda, sólo ha contestado a las preguntas que su abogada Nieves Fernández le hizo durante la segunda jornada del macrojuicio que se celebra en Madrid.
En el interrogatorio, el español de origen sirio indicó que, aunque aceptó que viajó a Indonesia, dijo que nadie le habló "de ningún campo de entrenamiento, ni he visto bombas". Por su edad y por su condición física (sufre una lesión en la rodilla), Yusuf intentó convencer al tribunal que no está preparado para "ningún tipo de entrenamiento militar".
Enseguida insistió en que piensa "en la justicia y en la paz" y que por eso no sólo condena "la muerte de tres mil personas sino la de una persona, el derramamiento de sangre de personas inocentes sea donde sea, en EEUU, Madrid, Gaza, Faluya o Grozni. Ningún dolor me es ajeno venga de donde venga" y "me da igual que se llame Ben Laden, Putin o Bush, porque nadie tiene derecho a quitar vidas humanas". No obstante y al ser preguntado por el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, sobre si había condenado alguna vez los atentados terroristas de ETA, Galán, que en las elecciones europeas participó como interventor de HB, dijo que prefería no contestar para no "entrar en polémicas".
También negó que el presunto líder de la célula a la que ahora se juzga Imad Eddin Barakat, "Abu Dahdah", ni Amer Azizi (huido en esta causa y al que se relaciona con el 11-M), ni su amigo, el también huido "Parlin", ni nadie le haya "contado nada de temas bélicos y de actividades ilícitas": "Eso no entra en mi forma de ver la vida y si alguien me hubiera hablado de ello me hubiera apartado. Yo estoy en otra onda".
Durante el interrogatorio le fueron exhibidas unas fotografías en las que aparecía en diversas concentraciones en contra, por ejemplo, de la represión israelí en territorios palestinos, la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a España (que, recordó, supuso la inclusión de un manifiesto en El País que encabezaba el Premio Nobel José Saramago en protesta por la represión en Chechenia) o una en la Puerta del Sol dónde, según dijo, se condenaron los atentados del 11-S.