(Libertad Digital) Yusuf Galán era, según sus compañeros en SEUR, donde trabajó durante 13 años, "un empleado modelo" del servicio de atención al cliente mientras estuvo en la empresa. El trabajo con la entidad lo dejó en julio de 2001, coincidiendo con la estancia en nuestro país de Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas del 11-S.
Yusuf Galán creó la asociación cultural Ibn Taymiyyah, en 1996, de la que fue presidente y prácticamente único socio. Gracias a ella obtuvo contactos con grupos extremistas, propalestinos, procechenos, protalibanes y antiglobalización. Pretendió difundir sus ideas, para lo que creó un boletín llamado "Al Huda" (La Guía) en el que participaban numerosas personalidades del mundo islámico en nuestro país como Yusuf Fernández, portavoz de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI). La revista sólo sacó tres números, porque, según palabras de Fernández, Galán trataba de imponer "una cierta visión crítica" que los demás "no compartíamos". La asociación, por su parte, fue radicalizándose con el tiempo, mientras desde los círculos islámicos le tachan de "aborrecible" y de "huevo podrido".
Dentro de ese giro radical de Yusuf Galán, el último paso fue integrarse en un comando integrista radicado en España. Precisamente en julio, tras la segunda visita a España de Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas de las Torres Gemelas, abandonaba su trabajo y pasaba a la clandestinidad. Después de los atentados del 11 de septiembre, Galán fue filmado por las cámaras de CNN junto a la mezquita de Madrid. Allí hacía proselitismo para captar adeptos al terrorismo islámico y, además, el citado canal de televisión captó unas declaraciones de Yusuf Galán en las que defendía a Ben Laden y a los talibanes, aplaudiendo los crímenes cometidos contra los Estados Unidos.
También salió a la luz su colaboración con Herri Batasuna, el brazo político de ETA, cuando en las elecciones europeas de 1989 ejerció de interventor. Esa historia, dada a conocer por el diario La Vanguardia, demuestra, según las palabras del entonces ministro del Interior, Mariano Rajoy, que los grupos terroristas "siempre tienen relaciones entre sí, algunas veces más intensas que otras", y que esta relación "tiene un gran significado". Se desconoce el grado de relación de este hombre con la coalición vasca, aunque es posible que no vaya más allá de ofrecerse para esta tarea. Los investigadores han corroborado la información aparecida en el diario y confirmaron que estuvo en una mesa electoral de Madrid el 15 de junio de 1989.