L D (EFE) Ante más de 200 personas en un coloquio organizado por la Asociación Catalana de Juristas Demócratas Villarejo dijo: "Esto tiene mal arreglo”. Se refería a la Justicia y a la Fiscalía que, a su juicio están en una situación "penosa", "crítica", "regresiva" e "inaceptable". También lamentó el "enorme poder" del Fiscal General quien, a su juicio, "está cada vez más identificado con la dirección del Ejecutivo y de los poderes económicos" y fue más allá al decir que Cardenal "está articulado en el Gobierno y con el Gobierno".
Tras preguntarse "¿para qué sirve el Estado de Derecho?", señaló que no puede haber personas que, como Cardenal, pidan la supresión de una fiscalía especial como lo es Anticorrupción que, a su juicio, "es más necesaria que nunca". En su opinión, si alguien debe decidir sobre la supresión o no de un órgano como éste es el Parlamento y no el Fiscal General. Cardenal explicó que lo suyo era una opinión ya que le compete al Gobierno la decisión. Pero Villarejo cree que si la suprimen es por "depuración" y "animadversión" tanto hacia su persona como a la propia fiscalía especial lo que, a su juicio, choca con la tendencia de países europeos donde, según él, se tiende a una clara especialización fiscal.
Por ello, cree que la situación "es preocupante y no podemos aceptar que esto sea pacíficamente aceptado", en el marco de esa llamada a los ciudadanos a la "beligerancia democrática". No vaciló tampoco a la hora de cargar contra el Pacto de Estado para la Justicia que, a su juicio, ha "acentuado hasta la exasperación el principio de jerarquía" en el ministerio fiscal y, fruto de ello, "sólo ha quedado la pura discrecionalidad del Fiscal General y del Gobierno, que actúan sin cortapisas alguno".
Cree que ese Pacto, que en algunos puntos "puede contravenir aspectos constitucionales", es un "gran paraguas que ampara al partido mayoritario" y opinó que el resto de partidos "están obligados a ser subalternos", lo que "es incompatible con tareas de oposición".
Tras preguntarse "¿para qué sirve el Estado de Derecho?", señaló que no puede haber personas que, como Cardenal, pidan la supresión de una fiscalía especial como lo es Anticorrupción que, a su juicio, "es más necesaria que nunca". En su opinión, si alguien debe decidir sobre la supresión o no de un órgano como éste es el Parlamento y no el Fiscal General. Cardenal explicó que lo suyo era una opinión ya que le compete al Gobierno la decisión. Pero Villarejo cree que si la suprimen es por "depuración" y "animadversión" tanto hacia su persona como a la propia fiscalía especial lo que, a su juicio, choca con la tendencia de países europeos donde, según él, se tiende a una clara especialización fiscal.
Por ello, cree que la situación "es preocupante y no podemos aceptar que esto sea pacíficamente aceptado", en el marco de esa llamada a los ciudadanos a la "beligerancia democrática". No vaciló tampoco a la hora de cargar contra el Pacto de Estado para la Justicia que, a su juicio, ha "acentuado hasta la exasperación el principio de jerarquía" en el ministerio fiscal y, fruto de ello, "sólo ha quedado la pura discrecionalidad del Fiscal General y del Gobierno, que actúan sin cortapisas alguno".
Cree que ese Pacto, que en algunos puntos "puede contravenir aspectos constitucionales", es un "gran paraguas que ampara al partido mayoritario" y opinó que el resto de partidos "están obligados a ser subalternos", lo que "es incompatible con tareas de oposición".