L D (Agencias) Villarejo ha pasado este miércoles por los micrófonos de la COPE . En su intervención ha tratado de convencer de que el caso Simancas debe pasar por sus manos. Para que ese deseo se haga realidad esgrime dos argumentos. Uno, que el procedimiento abierto acabe de una vez –el PSOE presentó recurso de súplica a la inadmisión de su querella– y el camino quede despejado antes de su jubilación. El otro, que sus lazos familiares directos con Trinidad Jiménez no perjudican la investigación.
De la querella presentada por el PSOE dice que "presentaba serias insuficiencias" por no estar sustentada en una investigación en profundidad "que la Fiscalía puede y debe hacer". Vuelve a confundirse Villarejo. En el trámite de admisión o rechazo de una querella no se solicitan pruebas ni investigaciones sino indicios de delito. Tres de los cuatro magistrados del TSJM quedaron sorprendidos ante la “palmaria” ausencia de ellos.
Acto seguido se acoge al auto de rechazo para recordar que el TSJM "aparte de decir que es compatible que se abra un nuevo procedimiento si el fiscal Anticorrupción llega a nuevos indicios o datos determinantes para la reapertura de un nuevo proceso judicial sobre estos hechos u otros, también nos da traslado de toda la documentación, cosa que no es frecuente". Y parece que las razones de Villarejo contienen la misma debilidad que las de la querella. Dice que los supuestos de transfuguismo que ha visto, "pocas veces han tenido una motivación solo ideológica y política, siempre tienen motivación económica o patrimonial".
Su sobrina no ha de ser un obstáculo
Desde el PP –lo ha hecho en reiteradas ocasiones Vicente Martínez Pujalte– se ha solicitado la inhibición de Villarejo por su relación familiar con Trinidad Jiménez ya que pertenece al PSOE madrileño y está en el origen de las disputas internas de la FSM.
Pero el todavía fiscal jefe dice que tiene derecho a ejercer sus funciones "sin ningún temor por lo que dirán en relación con un parentesco de absoluta irrelevancia" en el ejercicio de su cargo. "Creo que no puedo asumir que ese parentesco alguien pueda plantear que determina una influencia en mis principios de objetividad e imparcialidad en el desarrollo de la investigación, porque no hay base alguna para ello por mucho que esta relación de parentesco existe".
Si se va es contra su voluntad
Villarejo critica que se pueda plantear la supresión de la Fiscalía Anticorrupción como hizo a modo de reflexión el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal. Dice, no sin razón, que "acaba de ser reconocida y consolidada en la reforma del Estatuto del Ministerio Fiscal, cuando lo que hace falta es fortalecerla para hacer frente a delitos que con las armas tradicionales del Ministerio Fiscal no se pueden combatir". No en vano, el propio Michavila dejó claro que no está planteada la supresión de esta instancia especial.
Defendido su despacho, hace lo propio con su plaza. Confiesa que dejará su cargo "con un enorme pesar porque, evidentemente, es contra mi voluntad y, por tanto, no puede ser de otra manera".
De la querella presentada por el PSOE dice que "presentaba serias insuficiencias" por no estar sustentada en una investigación en profundidad "que la Fiscalía puede y debe hacer". Vuelve a confundirse Villarejo. En el trámite de admisión o rechazo de una querella no se solicitan pruebas ni investigaciones sino indicios de delito. Tres de los cuatro magistrados del TSJM quedaron sorprendidos ante la “palmaria” ausencia de ellos.
Acto seguido se acoge al auto de rechazo para recordar que el TSJM "aparte de decir que es compatible que se abra un nuevo procedimiento si el fiscal Anticorrupción llega a nuevos indicios o datos determinantes para la reapertura de un nuevo proceso judicial sobre estos hechos u otros, también nos da traslado de toda la documentación, cosa que no es frecuente". Y parece que las razones de Villarejo contienen la misma debilidad que las de la querella. Dice que los supuestos de transfuguismo que ha visto, "pocas veces han tenido una motivación solo ideológica y política, siempre tienen motivación económica o patrimonial".
Su sobrina no ha de ser un obstáculo
Desde el PP –lo ha hecho en reiteradas ocasiones Vicente Martínez Pujalte– se ha solicitado la inhibición de Villarejo por su relación familiar con Trinidad Jiménez ya que pertenece al PSOE madrileño y está en el origen de las disputas internas de la FSM.
Pero el todavía fiscal jefe dice que tiene derecho a ejercer sus funciones "sin ningún temor por lo que dirán en relación con un parentesco de absoluta irrelevancia" en el ejercicio de su cargo. "Creo que no puedo asumir que ese parentesco alguien pueda plantear que determina una influencia en mis principios de objetividad e imparcialidad en el desarrollo de la investigación, porque no hay base alguna para ello por mucho que esta relación de parentesco existe".
Si se va es contra su voluntad
Villarejo critica que se pueda plantear la supresión de la Fiscalía Anticorrupción como hizo a modo de reflexión el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal. Dice, no sin razón, que "acaba de ser reconocida y consolidada en la reforma del Estatuto del Ministerio Fiscal, cuando lo que hace falta es fortalecerla para hacer frente a delitos que con las armas tradicionales del Ministerio Fiscal no se pueden combatir". No en vano, el propio Michavila dejó claro que no está planteada la supresión de esta instancia especial.
Defendido su despacho, hace lo propio con su plaza. Confiesa que dejará su cargo "con un enorme pesar porque, evidentemente, es contra mi voluntad y, por tanto, no puede ser de otra manera".