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Vidal Quadras arremete contra el discurso "vacilante" y "edulcorado" de Piqué y exige una "buena dosis de dureza"

El eurodiputado del PP Alejo Vidal Quadras arremete en su 'blog' contra el actual discurso de la formación en Cataluña, que lidera Josep Piqué, tildándolo de "vacilante" y exigiendo, de forma "urgente", una "buena dosis de dureza". "La técnica de cubrirse con un camuflaje que te haga aparecer como una variante edulcorada y temblorosa de la fiera a la que deseas derrotar provoca la desmoralización de los propios y el desprecio de los contrarios, además de ser el camino seguro hacia el fracaso", señala en su texto.

L D (Europa Press) El que fuera presidente del PP catalán cita la plataforma 'Ciutadans de Catalunya' y su intención de "convertirse en partido político para presentarse a las próximas elecciones autonómicas" tras la "constatación de que no existe en estos momentos en Cataluña ninguna opción electoral que combata de verdad al nacionalismo". "Lamentablemente, tienen razón", dice Vidal Quadras. "Por ello, es urgente que el PP catalán cambie de rumbo y le dé a su discurso vacilante una buena dosis de profundidad, dureza y rigor".
 
"El nacionalismo identitario es, tras la desaparición del comunismo, la mayor amenaza a la libertad y a la paz que campa por el mundo", opina Vidal Quadras, que asegura que "esta corriente ideológica letal" es impulsada en Cataluña por "los integrantes del tripartito y por la federación que encabeza Artur Mas". "Para frenar su ofensiva hay que poseer un bagaje teórico y una firmeza ética considerables, y estar dispuesto a asumir riesgos y a soportar todo tipo de ataques e injurias", enfatiza.
 
Frente a ello, Vidal Quadras asegura que la tesis central que gobierna la estrategia de la actual dirección del PP catalán "consiste en ejercer una oposición al nacionalismo precavidamente moderada en el contenido y en las formas para atraer a los sectores tibios del electorado de CiU, a partir de la hipótesis de que sus votantes tradicionales no les abandonarán debido a la rigidez de un mercado político en el que no hay oferta a su derecha".
 
Diferencias de matiz, pero no de fondo
 
Asegura que tanto Piqué como el portavoz en el Parlamento autonómico, Francesc Vendrell, "por razones de historia personal, de trayectoria social y de formación intelectual, no perciben a los nacionalistas como enemigos ideológicos, sino, a lo sumo, como adversarios dentro de un catalanismo transversal en el que ellos se ven a sí mismos como la rama razonable y los demás serían los radicales". Ello hace, a su juicio, que sus diferencias con "el resto de partidos del Principado" sean muchas veces "de matiz o de enfoque, pero casi nunca de fondo o de concepto".
 
Para Vidal Quadras, "este planteamiento suave explica posiciones insólitas como la de manifestarse inicialmente de acuerdo con la Ley Audiovisual que prepara el tripartito, su rechazo público a los análisis de Jaime Mayor Oreja sobre la relación entre los objetivos de ETA y el nuevo Estatuto catalán o su extemporánea reclamación de una reducción del papel de Ángel Acebes y Eduardo Zaplana en la cúpula de su organización".
 
A estos ejemplos suma una reciente intervención de la diputada del PP catalán Ángeles Olano en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. "Explicó a los estudiantes allí reunidos que el Estatuto vigente 'aún tenía margen', pero que una vez decidida su reforma, su grupo no se oponía a la totalidad de la misma, sino a algunos de sus títulos que, entre otras cosas, 'rompen la solidaridad con el resto de las Comunidades'", comenta.
 
Escasa beligerancia
 
En opinión del eurodiputado, "no se puede utilizar un lenguaje más cauto y menos beligerante frente a una monstruosidad jurídica y política como la elaborada por los nacionalistas con el fin de dinamitar la Constitución de 1978". En esta línea, destaca que "esta voluntad de mantener lo que Josep Piqué llama la 'centralidad' permite también comprender la actitud de prudencia mantenida por el PP de Cataluña durante el año y medio que duró el debate en ponencia de la reforma estatutaria", de manera que a "la salida de cada reunión, su representante, fuera Francesc Vendrell u otro diputado, o bien evitaba a la prensa o realizaba declaraciones de una blandura sorprendente".

Así, Vidal Quadras cree que "sorprende" que estando en un periodo de "gestación de revisión constitucional de enorme envergadura", esta formación adolezca de "pasividad" cuando "hubiera debido dar la voz de alarma con inequívoco vigor"."Semejante comportamiento era justificado por Piqué en Madrid con el argumento de que el acuerdo entre socialistas y convergentes no se produciría y ya que el asunto se iba a solucionar solo, era mejor adoptar un perfil plano y no incurrir en un desgaste inútil --concluye--. Si esta aguda profecía era el fruto de un análisis equivocado o una argucia para evitar un conflicto que le resultaba incómodo, suscita dudas razonables".

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