LD (Agencias) El PNV vuelve a hacer suya la política del miedo y se muestra muy molesto con la contundencia del nuevo Gobierno vasco contra ETA. En Radio Euskadi, el presidente del partido, Iñigo Urkullu, ha lamentado las muchas críticas recibidas en relación a la gestión del PNV, a los lehendakaris de esa formación y de las instituciones vascas, tras anteriores atentados.
Escudándose en que siempre han condenado los atentados, Urkullu ha indicado que la comparación de la actuación del actual Ejecutivo en manos de Patxi López con la desarrollada con anterioridad "se puede resumir" señalando que "para algunos parece que la realidad sobre la historia empieza ahora con ellos, pero la historia es muy tozuda".
Por ello, ha considerado que esas críticas "no son justas" si se tiene en cuenta "la memoria histórica reciente con el trabajo del pueblo vasco, de las instituciones, del ente público de ETB, de los lehendakaris y del PNV y de sus militantes por su compromiso ético".
Urkullu se ha cuestionado si con esos reproches se busca "retrotraernos a anteriores climas" y ha expresado su preocupación, dice, por "el odio y el resquemor" que puedan generar esas afirmaciones. "El presidente del PNV, en un ejercicio de responsabilidad absoluto, no va a caer en modo alguno ni va a conducir a la afiliación del PNV a ese escenario que parece que quieren algunos", ha espetado.
Ha lamentado asimismo que "se haya gestionado una manifestación sin contar con el resto de los partidos, lo que nunca había sucedido" y que se convocara "unilateralmente", según ha opinado.
Sin embargo, "la marcha tenía el sentido de condena pero además de reivindicación de libertad y de denuncia ante ETA, cosa que compartimos absolutamente" y ha expresado también "todo el respeto" hacia la viuda de Eduardo Puelles y a toda su familia, en las diferentes intervenciones públicas que han realizado.