Unas 80.000 personas se manifiestan en Bilbao para pedir que se dialogue con la banda terrorista

L D (Agencias) El secretario general los socialistas vascos expresó su esperanza de que la manifestación de Bilbao sirva para "remover" las conciencias del PP, "incapaz de dar los pasos necesarios para recuperar la unidad democrática frente a la violencia" así como la de Batasuna-ETA, con el objetivo de que "apueste en serio por la política, por la democracia y la paz".

 

Miles de personas, ochenta mil según la policía local, han recorrido en silencio las calles de Bilbao en la manifestación convocada por el lehendakari Ibarretxe, tras el atentado de Barajas.

 

La marcha, de marcado carácter nacionalista, contó con la asistencia de los máximos dirigentes de PNV, PSE-EE, EA, EB y Aralar. El PP se desmarcó desde un primer momento. Delegaciones de CiU, ERC, ICV, IU y BNG también se ha desplazado a la capital vizcaína para respaldar la marcha y mostrar su compromiso con la pacificación. Finalmente Batasuna-ETA no ha acudido, al añadir a última hora la exigencia a ETA del fin de la violencia, al lema original que sólo pedía "paz y diálogo", y que había sido respaldado por los batasunos. Ante la negativa del PSE a acudir si estaba Batasuna-ETA, Ibarretxe se vio obligado a añadir "Exigimos a ETA el fin de la violencia" para que los batasunos se desmarcasen.

 

Los manifestantes, que partieron de la Plaza Sagrado Corazón de Bilbao, discurren tras una pancarta portada por ciudadanos anónimos con el lema "Exigimos a ETA el fin de la violencia. Por la paz y el diálogo" en vascuence y castellano. Detrás desfilaron los miembros del Gobierno vasco, con el lehendakari a la cabeza. Destacan, entre otros, Joseba Azkarraga y Javier Madrazo.

 

Acompañando a los representantes institucionales asistieron, por parte del PNV, los miembros del EBB, con Josu Jon Imaz al frente así como la dirección del PSE-EE en pleno, liderada por Patxi López. En representación de EA, asistió su presidenta, Begoña Errazti, que irá acompañada de Unai Ziarreta, Rafa Larreina y Onintza Lasa.

 

Al término del recorrido el lehendakari se dirigió a los asistentes desde la escalinata del ayuntamiento. "Estamos aquí para trasladar claramente que no queremos vivir con violencia; que no aceptamos que la violencia de ETA impida ni condicione que todos nosotros decidamos nuestro futuro en libertad". "Estamos aquí -agregó- porque creemos que el diálogo es indispensable para arreglar todos los problemas en esta vida, porque pensamos que sin diálogo no hay futuro, que sin diálogo no hay esperanza".

El lehendakari anuncio que el Gobierno Vaco y él mismo "vamos a seguir tomando la iniciativa política para trabajar y conseguir acuerdos políticos que nos permitan alcanzar la normalización y la paz". Agradeció su asistencia a los manifestantes, "que habéis venido para exigir a ETA el fin de la violencia para abrir una nueva oportunidad, a trasladar la necesidad de diálogo y para decirnos, por encima de politiquerías y debates estériles, que arreglemos las cosas. Nos estáis dando con esto una nueva lección. Me pregunto cuántas lecciones más necesitaremos para acertar".

En esta línea insistió en que los protagonistas de la manifestación no eran los políticos, sino los ciudadanos. "Vosotros, los hombres y mujeres de buena fe que habéis venido aquí a decir que tenemos que conseguir acuerdos políticos para poder convivir en este pueblo maravilloso al que todos queremos tanto". Ibarretxe extendió este protagonismo a las dos personas fallecidas "en el brutal atentado de Barajas, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio", por los que pidió un minuto de silencio que fue seguido respetuosamente.

Antes de comenzar la marcha los representantes políticos, en declaraciones a los periodistas, reclamaron a ETA que atienda el "clamor" de la ciudadanía de Euskadi que le exige el abandono definitivo de la violencia.

El presidente del PNV señaló que "las calles de Bilbao son un clamor a ETA para que, de una vez por todas y definitivamente, el terrorismo desaparezca" y una reivindicación de la "palabra frente a la violencia, del diálogo en democracia como instrumento para hacer frente a la violencia".