Juan José García Martínez fue gravemente herido en el atentado de la madrileña calle de República Dominicana en el que murieron 12 guardias civiles y hubo decenas de heridos. Entre los autores estaba Idoia López Riaño, conocida como La Tigresa, y que tras 23 asesinatos ha sido premiada ahora por el Ministerio del Interior siendo trasladada a la prisión vasca de Nanclares de Oca, precisamente la cárcel en la que según Rubalcaba "no hay etarras".
Este guardia civil, en declaraciones a Libertad Digital, no se podía creer la supuesta firma de arrepentimiento de "La Tigresa" que le ha servido para tener más privilegios. Muy afectado, sólo podía decir "impresionante, impresionante, impresionante...". Y posteriormente nos recordó cómo "ella se reía de las víctimas en los juicios y se vanagloriaba de los asesinatos".
Completamente indignado, García Martínez criticaba este acercamiento: "con la gente que esta etarra ha matado y asesinado". A su juicio, este Gobierno y su política antiterrorista hace sentir "a los que han dado su vida por España que no se merecen nada".
De este modo, indica que no cree en su arrepentimiento y "la muestra es que los dejan libres y vuelven a las andadas". Muy dolido, este agente, que todavía está convaleciente tras un atentado que ocurrió hace 24 años, asegura que "este gobierno está dispuesto a darles todo". "Esta es la dignidad y la justicia que nos da, somos el último mono para este gobierno", sentencia.
"Estoy moralmente hundido"
Enrique González ha sido otra de las decenas de víctimas de "La Tigresa". Guardia civil de profesión, fue víctima en el atentado de la calle Juan Bravo de Madrid en el que fallecieron cinco agentes y también volvió a sufrir otro atentado en la calle República Argentina de la capital y cuyo autor fue De Juana Chaos. Dos terroristas que han tenido una serie de beneficios a pesar de ser de los más sanguinarios de la banda terrorista ETA.
Por ello, no es difícil imaginarse cómo se puede sentir ante los últimos acercamientos de etarras al País Vasco. En declaraciones a esRadio afirmó que "como víctima me siento ofendido y hundido moralmente". De este modo, indicó que "no puedo dar el perdón a ningún terrorista porque a mí no me lo han pedido personalmente.
En este sentido, González afirma que no ve arrepentidos a estos terroristas porque "no hacen nada porque el terrorismo acabe." Es más, considera que únicamente "lo utilizan para conseguir beneficios penitenciarios".
"El Gobierno no va por buen camino dando beneficios políticos", afirmó esta víctima que el Ejecutivo lo que tiene que hacer es "algo para que realmente el terrorismo acabe".