Colabora

Un piso alquilado en Granada por varios "suicidas" del 11-M desvela nuevas maniobras para sostener la versión oficial

Según la versión oficial de la masacre de marzo, los suicidas de Leganés no alquilaron un piso para esconderse, sino dos. Además del de la calle Carmen Martín Gaite alquilaron otro en la localidad granadina de Albolote. La Policía irrumpió en ese piso, que estaba vacío, dos días antes de ese sábado 3 de abril en que el piso de Leganés estalló. Sin embargo, el análisis de los datos contenidos en el sumario acerca de esa operación de Albolote hace aflorar nuevos enigmas y desvela nuevas contradicciones en la versión que nos contaron de los atentados.

LD (Luis del Pino) Según la versión oficial, recogida por el juez en sus autos y por la fiscal en su escrito de calificación, y convenientemente difundida por las fuentes policiales desde horas después de la masacre, el grupo de delincuentes comunes articulado en torno a Jamal Ahmidan habría tenido un papel fundamental en los hechos. Uno de los episodios de esa participación es el viaje que Abdenabi Kounjaa y Rachid Oulad Akcha efectuaron a Albolote (Granada) para alquilar una casa.

El registro de la casa de Albolote. Regreso al futuro

A las 13:05 del día 1 de abril de 2004, dos días antes de la explosión del piso de Leganés, la Unidad Central de Información Exterior de la Policía (UCIE) solicitaba al juez por fax una orden de registro para una casa situada en el pueblo granadino de Albolote, supuestamente alquilada por Abdenabi Kounjaa, uno de los miembros del grupo de El Chino. La casa estaba situada, según la solicitud, en el número 4 de la C/ Hornillo. El juez concedió de inmediato la solicitud y, a las 14:01, ordenó a los juzgados de Granada que el registro se practicara.

La primera rectificación llegaría cuatro horas después, cuando la Policía le enviaba al juez otro fax a las 17:15 diciéndole que se habían equivocado en la dirección y que, en realidad, la casa estaba situada en la C/ Hornillo 2, no el número 4 como habían dicho inicialmente. El juez se vio obligado a emitir otro auto corrigiendo la dirección.

Resulta muy curioso este segundo fax de la Policía, porque la hora del fax son las 17:15, mientras que el sello de salida de la UCIE muestra como hora de salida de la solicitud las 17:57. Para colmo, el segundo auto del juez, corrigiendo la dirección de la C/ Hornillo, se envió a los juzgados de Granada a las 17:07. Es decir: tenemos una corrección del juez que se elabora minutos antes de recibir un fax de la Policía solicitándoselo, y ese fax de la Policía se envía tres cuartos de hora antes de lo que indica su sello de salida. ¡Para que luego digan que el tiempo sólo corre en una dirección!

Según el acta de registro incluida en el sumario, la Policía entró en el piso (que estaba deshabitado) a las 4:15 de la madrugada del día 2 de abril. También ese retraso (la Policía entra en el piso once horas después de emitido el segundo auto del juez) resulta extraño. ¿Para qué esperar tanto tiempo? Sin embargo, quizá no resulte extraño si lo ponemos en relación con un hecho que todavía no está aclarado: sabemos que los GEO fueron desplazados a algún lugar de Andalucía en vísperas del asalto al piso de Leganés y que ésa es la razón de que en Madrid tuviera que movilizarse, el sábado 3 de abril, a los retenes de guardia. ¿Fue quizá a Albolote adonde fueron desplazados los GEO? ¿Quizá el acta de registro policial corresponde a la hora en que la Policía entra, después de producido el asalto de los GEO? No lo sabemos.

En cualquier caso, también resulta curioso quiénes firman el acta de registro del piso de Albolote. Además de algún miembro de la Policía de Granada, se desplazan efectivos policiales desde Madrid para participar en la operación. En el acta de registro figuran dos:

¿Cómo se localizó el piso de Albolote?

A las 10:30 del 1 de abril de 2004, policías de la Brigada Provincial de Información de Granada fueron a interrogar al dueño de la inmobiliaria Granahidal, para preguntarle por unas llamadas efectuadas el 5 de marzo a su teléfono móvil por algunos de los implicados en el 11-M y para averiguar si esos implicados habían alquilado algún piso.

El propietario de la inmobiliaria, A. H. J., declaró que en los primeros días del mes de marzo una persona sin barba se había presentado en su inmobiliaria y le había preguntado si tenía un piso en Granada. A esa persona se la quedó esperando en el exterior otra persona que sí tenía barba. Él le contestó que en Granada no, pero que tenía un piso en una localidad cercana. El que no tenía barba quedó en pensárselo y el día 5 le llamó para quedar con él y ver el piso. Después recibió otra llamada diciendo que no podían ir a la hora acordada y que quedaban para más tarde. A la hora convenida, ese mismo día 5, fueron juntos a ver el piso de Albolote los tres, yendo él en su coche y los dos arrendatarios en un Peugeot azul, llegando a un acuerdo para alquilar la casa por 600 euros y un periodo de un mes. Facilitaron como teléfono de contacto el 625286979.

Al día siguiente, 6 de marzo, formalizaron el contrato, figurando como arrendatario el que tenía barba, que aportó un pasaporte a nombre de Mohamed Ali Mohamed. La fotografía que figura en el pasaporte es de Abndenabi Kounjaa. El otro individuo, el que no tenía barba, firmó como fiador. Dijo que no tenía ningún documento de identidad con él en ese momento y se limitó a indicar que se llamaba Ismael Ahmed Anuar.

En el reconocimiento fotográfico, el propietario de la inmobiliaria reconoció sin ningún género de dudas a Abdenabi Kounjaa como el individuo de la barba y reconoció con dudas a Rachid Oulad Akcha como el que no tenía barba.

El análisis pericial del contrato de arrendamiento reveló que, en efecto, quien rellenó el contrato y firmó (con firma falsa) como fiador fue Rachid Oulad Akcha, mientras que la firma falsa del arrendatario no pudo atribuirse a nadie (aunque, como había dejado copia de su pasaporte falso, se demuestra por la fotografía que se trataba de Abdenabi Kounjaa). Por tanto, dos de los suicidas de Leganés alquilaron aquella casa.

Así pues, queda claro, en esa primera declaración, que el piso de Albolote se localiza siguiendo el rastro de las llamadas de algunos de los implicados del 11-M. Y queda claro también que dos de los implicados en el 11-M estuvieron en aquella agencia inmobiliaria de Granada los días 5 y 6 de marzo. También estuvieron otro día anterior a esos dos, pero en cualquier caso fue a principios de marzo. En total, estuvieron con el de la inmobiliaria tres veces, en tres días distintos: una primera vez para ver si tenía alguna casa, una segunda para ir a ver la casa de Albolote y una tercera para firmar el contrato.

El análisis de huellas dactilares reveló la existencia de dos huellas de Asrih Rifaat Anouar (uno de los suicidas de Leganés) en un azulejo del cuarto de baño, de una huella de Jamal Ahmidan (otro de los suicidas de Leganés) en un vaso de la cocina y de otras tres huellas anónimas. Asimismo, en una sábana encontrada en el piso se localizó el ADN de Asrih Rifaat Anouar, el de Jamal Ahmidan y otro perfil genético que se catalogó como anónimo.

Parece, en cualquier caso, que dos de los suicidas de Leganés alquilaron aquella casa de Albolote y que al menos otros dos de esos suicidas estuvieron en ella en algún momento, ¿verdad?

Empiezan los problemas

Vayamos a los datos telefónicos para ver qué pista es la que siguió la Policía hasta dar con el dueño de la inmobiliaria.

Para empezar, el teléfono de contacto con los terroristas que figura en la declaración policial del propietario de la inmobiliaria es erróneo: tiene dos números bailados. El teléfono correcto es el 652286979.

Este teléfono es uno de los que supuestamente se vendieron a través del locutorio de Jamal Zougham, como el de la mochila de Vallecas. Al analizar las llamadas efectuadas por este teléfono, aparecen, en efecto, dos llamadas al número fijo de la inmobiliaria, efectuadas a las 13:37 y a las 14:22 del 5 de marzo. Recordemos que el da la inmobiliaria dijo que le llamaron primero para quedar a una hora y que luego le llamaron para quedar un poco más tarde.

Sin embargo, el primer problema se refiere a la ubicación de esas llamadas. La Policía no da cuál es la ubicación desde la cual se realizan, pero sí que da la ubicación de la llamada inmediatamente anterior e inmediatamente posterior: a las 12:55, ese teléfono se encontraba en la C/ San Claudio de Madrid y a las 16:47 se encontraba en Morata de Tajuña. Por tanto, es imposible que ese teléfono se encontrara en Granada entre las 13:37 y las 14:22, por una simple cuestión de distancia. ¿Cómo es posible que llamaran al de la inmobiliaria desde ese teléfono para ir a ver el piso poco después?

El segundo problema es la atribución del teléfono: la propia Policía atribuye el teléfono 652286979 a Jamal Ahmidan (no a Abdenabi Kounjaa ni a Rachid Oulad Akcha, que eran los dos que supuestamente van a Granada). La atribución se basa en que con ese número se efectuaron llamadas a la novia de Jamal Ahmidan y en que esa tarjeta telefónica (652286979) estuvo albergada en terminales telefónicos en los que también estuvieron operando, en otros momentos, otras tarjetas telefónicas de Jamal Ahmidan.

¿Qué debemos suponer entonces? ¿Que en lugar de llamar al de la inmobiliaria los dos que estaban en Granada, quien les llama es Jamal Ahmidan desde Madrid? Algo no cuadra.

La otra llamada

Además de esas dos llamadas al teléfono fijo de la inmobiliaria el 5 de marzo, hay otra llamada al teléfono móvil del propietario de la inmobiliaria, efectuada a las 11:03 del día 6 de marzo, desde el teléfono 653026006, atribuido por la Policía a Rachid Oulad Akcha. Resulta curioso que el propietario de la inmobiliaria no mencionara esa tercera llamada en su declaración ante la Policía. En el momento de efectuarse esa llamada, Rachid Oulad Akcha se encontraba en Mengibar (Jaén).

Para reconstruir las actividades de los terroristas que supuestamente habían alquilado el piso, vayamos a consultar el macroinforme sobre contactos telefónicos que la UCIE elaboró y envió al juez el 29 de marzo de 2004 a partir de los datos supuestamente suministrados por la empresa Amena.

En ese informe consta la posición de los teléfonos de cada terrorista en el momento de efectuarse cada llamada. Complementando los datos de ese informe de ubicaciones con los propios datos suministrados por Amena, y que también constan en el sumario, tenemos que las posiciones de los terroristas en los días objeto de estudio eran las siguientes:

  653026006 (Rachid Oulad Akcha) 665393235 (Abdenabi Kounjaa)
4/3 11:14 hasta las 14:04   Granada
4/3 15:33   Deifontes (Granada)
4/3 16:09   Pegalajar (Jaén)
4/3 18:04   N-IV PK. 147 (Ciudad Real)
4/3 18:36   N-IV PK 76 (Toledo)
4/3 20:08 a 20:26   Madrid
4/3 21:44 a 22:29   Morata de Tajuña (Madrid)
5/3 11:22   Arganda del Rey (Madrid)
5/3 18:43   Madrid
5/3 20:42   Pinto (Madrid)
5/3 23:14   Madrid
6/3 11:03 Mengíbar (Jaén)  
6/3 11:23 Cambil (Jaén)  
6/3 12:47 Granada  
6/3 12:53 Peligros (Granada)  
6/3 13:28   Albolote (Granada)
6/3 14:34 Mengíbar (Jaén)  
6/3 18:56   Morata de Tajuña (Madrid)
6/3 22:46   Ciudad Real
7/3 17:06   Bargas (Toledo)
7/3 18:01 Arganda del Rey (Madrid)  
7/3 18:03 Morata de Tajuña (Madrid)  
7/3 18:39 Morata de Tajuña (Madrid)  
7/3 19:33 Ciudad Real Alcubillas (Ciudad Real)
7/3 19:35 Ciudad Real Alcubillas (Ciudad Real)
7/3 20:04 Olías del Rey (Toledo) Cabañas de la Sagra (Toledo)
7/3 20:09 Olías del Rey (Toledo) Olías del Rey (Toledo)
7/3 20:13 Bargas (Toledo) Olías del Rey (Toledo)
7/3 20:17 Bargas (Toledo)  
7/3 21:54 Leganés (Madrid)  
7/3 22:17 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)  
7/3 22:20 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)  
7/3 22:23 Rivas-Vaciamadrid (Madrid)  
7/3 20:24 Morata de Tajuña (Madrid)  

Ese informe de ubicaciones resuelve el problema de que se hubiera llamado al dueño de la inmobiliaria desde un teléfono situado en Madrid, ya que demuestra que al menos Abdenabi Kounjaa (uno de los dos que participó en el alquiler del piso de Albolote) estaba en Madrid el día 5, así que podía perfectamente haber efectuado la llamada desde el teléfono de Jamal Ahmidan. También permite hacerse una idea de cuáles podían haber sido los movimientos de los terroristas, que al parecer habrían consistido en una primera visita a Granada el día 4 y una segunda visita el día 6.

Sin embargo, esto viene a plantear dos problemas. En primer lugar, no se corresponde con lo declarado por el dueño de la inmobiliaria. Según él, el día 5 le llamaron para quedar a ver el piso. Pero es imposible que Abdenabi Kounjaa estuviera en Granada el día 5, según las tablas de posicionamiento. Que esos dos terroristas estaban en Madrid el día 5 viene avalado, además, por otro hecho. Existe un vídeo de una cámara de seguridad de una sucursal bancaria en el Paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid en el que se ve a Rachid Oulad Akcha sacando dinero del banco el día 5 de marzo.

El segundo problema es más grave. En los datos de posicionamiento entregados por Amena, consta que Rachid Oulad Akcha estaba a las 18:39 del día 7 de marzo en Morata de Tajuña, mientras que a las 19:33 estaba en Ciudad Real. ¿Cómo pudo recorrer en 54 minutos los 193 km que separan ambas localidades? Todavía peor: a las 19:35 estaba en Ciudad Real y a las 20:04 en Olías del Rey (Toledo); ¿cómo pudo recorrer los 125 km que separan ambas localidades en 29 minutos?

Ante la evidente contradicción, el 28 de junio de 2004 la UCIE enviaba un escrito a José Domingo Río, jefe de seguridad de Amena, solicitándole que comprobara la información. "Pensamos que se ha producido un error numérico", decía el escrito.

La contestación se produciría dos meses después, cuando el jefe de seguridad de Amena enviaba a la UCIE un segundo informe donde decía que se había producido un "error de cruce datos en nuestros sistemas". En ese segundo informe, se indicaba que donde se decía Ciudad Real en el anterior informe debía decir, en realidad, Parla. Además, el informe señalaba también que donde se leía Leganés en el primer informe, debía decir Fuenlabrada.

La nueva declaración del propietario

El 1 de junio de 2004, el propietario de la inmobiliaria prestaba declaración ante el juez. En ella, corregía la declaración efectuada ante la Policía, en el sentido de decir que no había visto a los terroristas el día 5 de marzo, sino que el día 4 se presentaron a eso de las 11 en su agencia y quedaron a las 13:30 para ir a ver el piso.

Luego, el día 5 le llamaron a mediodía para decirle que si tenía alguna otra cosa, pero él les dijo que no tenía. Le volvieron a llamar para decirle que les valía la casa y quedaron para firmar el sábado 6 a eso de las 11. Sin embargo, el sábado 6 le llamaron al móvil a las 11 para decirle que quedaban más tarde y aparecieron a las 13:30.

¡Asunto resuelto! Ahora, la corrección de posicionamientos efectuada por Amena eliminaba los datos de ubicación evidentemente imposibles y la declaración del propietario encajaba como un guante con el nuevo listado de llamadas. Bueno, tal vez como un guante no, porque sigue siendo un tanto extraño que el día 6 de marzo llegaran a la inmobiliaria en torno a las 13:30, rellenaran y firmaran el contrato, hicieran las fotocopias del pasaporte falso de Abdenabi Kounjaa y luego salieran pitando, a tiempo de estar a las 14:34 en Mengíbar (Jaén), que está situado a unos 100 km de Albolote.

Pero, con esos toquecillos, hay que reconocer que la versión oficial ya encajaba.

¿O no?

El curioso contrato

Si repasamos la letra pequeña del contrato de alquiler firmado entre el propietario de la inmobiliaria y los presuntos terroristas, nos encontramos con un par de detalles curiosos.

En primer lugar, el contrato se firma por un mes (del 6 de marzo al 6 de abril de 2004), ya que los arrendatarios dijeron que sólo querían la vivienda por ese tiempo, porque pensaban esquiar en Sierra Nevada. El precio pactado era de 600 euros y el contrato estipula que se pague por adelantado entre el 1 y el 5 de cada mes, algo bastante estándar. Lo normal, al ser el alquiler por un mes, es que pagaran los 600 euros de una tacada y santas pascuas. Sin embargo, el contrato afirma que los arrendatarios pagaron una fianza de 200 euros en el momento de firmar. Un poco incomprensible, la verdad.

Pero lo más curioso es la dirección de la vivienda que figura en el contrato: C/ Hornillo 4, es decir, una dirección errónea (según hemos visto por los autos del juez). Con eso nos explicamos por qué se equivocó la Policía en su primera orden de registro, pero la pregunta que surge entonces es: ¿y cuándo se dio cuenta la Policía de su error? Si en el contrato figuraba la dirección incorrecta, la única manera de que se enteraran de que estaba mal es acudiendo a esa dirección. ¿Es que entraron en la C/ Hornillo 4 y, al darse cuenta del error, averiguaron cuál era la dirección correcta? ¿Y cuándo se produjo esa otra entrada de la Policía? ¿Por qué en el sumario no consta una explicación?

Finalmente, resaltar también que la inmobiliaria no figura en realidad a nombre de la persona a la que se toma declaración, sino a nombre de dos hermanos suyos, José y Manuel.

¿Cuándo fue Jamal Ahmidan a Albolote?

Hay otra pregunta que queda en el aire: ¿cuándo fueron Jamal Ahmidan y Asrih Rifaat Anouar a dormir a esa casa que sus compinches habían alquilado? Dado que aparece ADN suyo en una sábana y huellas suyas en el piso, tuvieron que estar allí, pero ¿cuándo?

Rachid Oulad y Abdenabi Kounjaa alquilan la casa el día 6 de marzo y se vuelven a toda velocidad a Madrid.

El día 8, Jamal Ahmidan estaba en Madrid. Los datos de posicionamiento del teléfono 656721703 le sitúan en Madrid a partir de las 13:36 y los del 653026053 le sitúan en Morata a las 23:53.

Los datos de posicionamiento del 652284025 sitúan a Jamal Ahmidan en Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Arganda del Rey y Morata entre las 21:23 del 9 de marzo y las 00:36 del 10 de marzo. También le sitúan en Madrid a las 19:43 del día 10 de marzo y en Madrid y Leganés entre las 14:30 y las 21:09 del 12 de marzo.

Finalmente, la tarjeta 639847428, también perteneciente a Jamal Ahmidan, nos permite saber algo de sus actividades después del 11 de marzo:

Ni uno solo de los datos de posicionamiento incluidos en el sumario sitúa en ningún momento a Jamal Ahmidan en Granada, ni en ningún punto del camino hasta Albolote, ni antes ni después del 11-M.

En cuanto a Asrih Rifaat, no tenemos ningún dato de posicionamiento de fecha posterior al 11-M. En realidad, en todo el sumario sólo se da el posicionamiento de dos llamadas realizadas por Asrih Rifaat los días 26 y 27 de febrero de 2004, ambas desde Madrid.

¿Cuándo estuvieron estos dos supuestos terroristas allí?

El perfil anónimo

Terminemos con los datos. Ya hemos dicho que en una sábana encontrada en la casa de Albolote se localizaron tres perfiles genéticos: el de Asrih Rifaat Anouar, el de Jamal Ahmidan y un tercero que quedó clasificado inicialmente como anónimo.

Un año y medio después del atentado, en octubre de 2005, la Policía enviaba un informe al juez Del Olmo en el que le señalaba que habían identificado, por fin, ese perfil: correspondía a un marroquí llamado Abdelaziz Stitou. Ese marroquí había sido detenido el 15 de junio de 2005 en el marco de la operación Tigris realizada en Cataluña contra supuestos integristas islámicos. Curiosamente, su nombre no se divulgó a la prensa.

Era la oportunidad de resolver las dudas sobre el episodio de Albolote. Aquella operación Tigris nos había puesto en las manos a alguien que forzosamente tenía que saber algo de lo que allí había pasado.

Sin embargo, y aquí viene lo sorprendente, en el sumario del 11-M ni siquiera se ha tomado declaración a ese marroquí, ni tampoco la Policía ha proporcionado ningún informe relativo a su presencia en Albolote. Del Olmo se limitó a dar traslado a la fiscal, el 8/11/2005, del informe en el que la Policía identificaba ese perfil genético... y ahí se quedó todo. Ni el juez ni la Policía han llamado a declarar a Stitou para preguntarle algo tan simple como qué hacía en la casa de Albolote, con quién estuvo en ella, en qué fecha estuvieron unos y otros y qué relación tenía con los implicados en el 11-M. La fiscal tampoco se molestó en instar al juez a hacerlo.

Ignoramos cuál es, en estos momentos, la situación procesal de Stitou. En el sumario del 11-M no está imputado; ni siquiera ha llegado a declarar. No sabemos si está imputado en algún sumario distinto del 11-M o si sigue en la cárcel o está, por el contrario, en libertad, como algunas informaciones apuntan.

El contexto

No se comprende muy bien cuál era el papel de la casa de Albolote en la mente de los supuestos terroristas. Se supone que la alquilan para tener un lugar donde ocultarse. Pero entonces, ¿para qué alquilan también el piso de Leganés? Otra pregunta: ¿por qué se quedan en Madrid, pudiéndose refugiar en Granada? Y la pregunta final: ¿por qué no se largan de España, en lugar de esperar a que la Policía los cace? Albolote, como Leganés, no encaja para nada en el comportamiento esperable de unos terroristas tras un macroatentado.

Lo que resulta más interesante es poner el episodio de Albolote en el contexto de los acontecimientos vividos aquellos días. La secuencia de hechos fue la siguiente:

Algunas preguntas al aire

El episodio de Albolote resulta bastante peculiar. Por un lado, la sucesión de correcciones y cambios, tanto en los autos, como en las declaraciones, como en los datos telefónicos, lleva a la sospecha de si no estamos, una vez más, ante un montaje. En concreto, los datos telefónicos resultan cuando menos sospechosos.

Para cuadrar la versión oficial y enlazar entre sí a los distintos personajes de la trama, el sumario del 11-M recoge abundante documentación telefónica, con la cual se pretendía demostrar los contactos entre unos implicados y otros y la presencia de algunos personajes en ciertos lugares, en fechas determinadas. La documentación telefónica es abundante, pero curiosamente incompleta y contradictoria. Basta con bucear en esa documentación para que empiecen a aflorar los enigmas, como hemos visto al hablar de la casa de Albolote.

O aceptamos que tanto la policía como los empleados de las compañías telefónicas son unos verdaderos chapuzas, o nos vemos forzados a preguntarnos si también los datos telefónicos pueden haber sido manipulados a conveniencia de la versión oficial. ¿Puede ser el episodio de Albolote tan sólo un montaje?

Sin embargo, en este caso, estamos ante un montaje verdaderamente raro: la operación de Albolote significó la movilización de una serie considerable de efectivos en vísperas del asalto a Leganés. Además de los cuatro policías que firman el acta de registro de la vivienda, al menos participaron otros cuatro de la Policía Científica, una serie de tedax y no sabemos si miembros del GEO. Estamos, además, al menos en teoría, ante un piso franco utilizado por esos mismos suicidas de Leganés, lo cual tenía una gran importancia.

Y, sin embargo, el episodio de Albolote se desvanece con el tiempo al ir progresando el sumario, de manera que al final queda como un episodio aislado, sin el más mínimo interés procesal, hasta el punto de que ni el juez ni la Policía se molestan en interrogar a la única persona viva que sabemos que estuvo en esa casa, Abdelaziz Stitou. ¿Acaso nos lo reservan como un nuevo falso testigo sorpresa, por si el sumario se desmorona durante el juicio? ¿Por qué ese desinterés del juez Del Olmo?

El episodio de Albolote comparte esa característica con la falsa bomba de las vías del AVE. ¿Por qué el juez Del Olmo no ha incorporado al sumario del 11-M el episodio del AVE, si se supone que los terroristas eran los mismos, y por el contrario se tomó tanto trabajo para quitar a la juez Teresa Palacios las investigaciones de Leganés?

¿En qué consistió realmente la operación de Albolote? ¿Se trataba de alejar la vista de Madrid o de distraer efectivos policiales de Madrid, mientras se preparaba el teatro de Leganés en esas postrimerías del gobierno del PP? ¿O, por el contrario, el episodio de Leganés estaba destinado a representarse originalmente en Albolote, pero algo hizo cambiar los planes a última hora y reescribir la escena para que transcurriera en Leganés?

¿Qué pintaba Albolote dentro del guión? ¿Era una mera solución B, de la que deciden finalmente desembarazarse quienes escribieron la versión oficial? Digámoslo de otro modo: si algo se hubiera torcido en la operación Leganés, ¿habrían aparecido los cuerpos de los "suicidas" en Albolote?

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario