(Libertad Digital) Según publica este jueves en El Mundo Casimiro García-Abadillo, algunas de las empresas del grupo de Francisco Correa (Easy Concept, Good and Better, Servimadrid o Diseño Asimétrico) facturaban de forma habitual servicios a otras empresas que en realidad no realizaban, un proceder con el que generaban una media de un millón de euros al año en dinero negro.
En la mayoría de los casos el dinero con el que se pagaban esas facturas se retiraba en efectivo a través de la caja de las entidades bancarias (cuando lo normal es que este tipo de servicios se abonen con una transferencia). Después, las distintas cantidades se llevaban a la "caja B" que el grupo de Correa tenía en sus oficinas de calle Serrano de Madrid y que gestionaba Pablo Crespo, uno de los pocos implicados en la trama que en estos momentos está todavía en prisión.
Según fuentes de la investigación a las que hace referencia García – Abadillo, los fondos generados por este sistema de facturas falsas se usaban para realizar pagos en efectivo a los cargos del PP implicados en la trama como Luis Bárcenas, Gerardo Galeote, Guillermo Ortega (ex alcalde de Majadahonda); Jesús Sepúlveda (ex alcalde de Pozuelo y ex marido de Ana Mato); Arturo González (ex alcalde de Boadilla del Monte); Alberto López Viejo (ex consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid); Benjamín Martín Vasco (ex alto cargo del Ayuntamiento de Arganda) y Alfonso Bosch (responsable de la empresa de gestión de suelo de Boadilla).
Además de las entregas de efectivo, y siempre según la investigación, la trama de Correa proporcionaba sustanciosos regalos a los políticos implicados. Así, además del ya famoso Jaguar de Sepúlveda regaló a este mismo político un Range Rover y pagó los gastos de la comunión de uno de sus hijos.
Del mismo modo, y también dentro de la rama de las celebraciones familiares, también habría corrido con los gastos de la boda del Benjamín Martín Vasco.