(Libertad Digital) El diario que dirige Pedro J. Ramírez aporta este martes algunos detalles de la persona que entregó los 70.000 euros que faltaban para cubrir las dos fianzas de los policías. Aunque quiere permanecer en el anonimato, el diario revela que es un empresario que se llama José María, usa una muleta para poder caminar, conduce un Mercedes deportivo, vive cerca de la madrileña Universidad Pontificia de Comillas y es lector de El Mundo.
La noticia de lo que da en llamar el "epílogo feliz de un cuento de Navidad" está firmada Fernando Lázaro. El mismo periodista con el que hablaron los dos policías encarcelados por Juan del Olmo, el mismo del que se hicieron públicos su número de móvil y los detalles de su coche en el auto por el que el magistrado envió a prisión a los dos agentes.
Cuenta Fernando Lázaro que "este ciudadano anónimo podría protagonizar la versión española del Cuento de Navidad de Dickens". A 23 de diciembre, sábado, y gracias a la aportación de 5.000 personas, la Confederación Española de Policía había reunido 230.000 euros. Faltaban todavía 70.000 euros. El objetivo era sumar 300.000 para pagar las fianzas que Del Olmo había impuesto a los dos policías. Llevaban 23 días en la cárcel por haber hablado con El Mundo y todos los esfuerzos eran pocos: de momento seguían sin poder salir de prisión y pasar la Nochebuena en casa.
La aparición de José María precipitó los acontecimientos. Ese mismo día 23, a las ocho de la tarde se puso en contacto con la CEP y les anunció que estaba dispuesto a entregar el dinero que faltaba para llegar a los 300.000 euros. A la mañana siguiente, domingo, día de Nochebuena, el sindicato logró que Cajamadrid abriera una de sus sucursales, para sacar en un cheque conformado los otros 230.000 euros.
Con este documento y los 70.000 euros en efectivo dos dirigentes de la CEP se presentaron a las dos de la tarde en el despacho del juez Del Olmo en la Audiencia. "El propio magistrado revisó minuciosamente toda la documentación aportada por los representantes legales de la CEP y por el abogado de los detenidos. Parecía no fiarse. Tras escudriñar hasta la última línea del último de los poderes, el juez dio por pagada la fianza y cursó el exhorto a la prisión para que pusiera en libertad a estos agentes", relata Fernando Lázaro.