L D (EFE) El jefe del Ejecutivo quiso que la cena con militantes del PP de San Sebastián fuera su primer acto político tras confirmar que las elecciones generales se celebrarán el próximo 14 de marzo. Con una fecha marcada para su despedida de la primera línea política, Aznar no pudo contener la emoción cuando se dirigió a sus compañeros de partido. Ante los últimos ataques a la Constitución, el mensaje del presidente fue rotundo. "Si se abre en España un capítulo de revisión constitucional" se pagará "un precio grave y alto". No sólo eran referencias a la posibilidad de que se rompa el "esqueleto" del Estado, como ha señalado en alguna ocasión, también alertó dela posibilidad de que la economía padezca esas "aventuras". "Que nadie piense que lo que han sido años de prosperidad económica continuarán como si no pasase nada si se pone en riesgo el pacto establecido en 1978".
Al despedirse de sus compañeros de partido como presidente del Gobierno, Aznar no pudo reprimir las lágrimas y reconoció que "es una noche también especial para mí, en la que no quiero recordar muchas cosas, porque una de mis obligaciones es contener las emociones aunque me está costando mucho". Durante casi un minuto trató de enjugar sus lágrimas con la mano y con un pañuelo mientras los asistentes a la cena del PP le aplaudían y, al retomar la palabra, se excusó entre bromas diciendo que tenía catarro.
"De muchos sitios me puedo despedir, pero de aquí no", y matizó que no se despedirá nunca de su compromiso con los miembros del PP del País Vasco y que espera serles de utilidad esté donde esté y "por encima de cualquier circunstancia".
"De muchos sitios me puedo despedir, pero de aquí no", y matizó que no se despedirá nunca de su compromiso con los miembros del PP del País Vasco y que espera serles de utilidad esté donde esté y "por encima de cualquier circunstancia".
De las elecciones generales del 14 de marzo dijo que ese día que los españoles optarán "entre proseguir un camino de estabilidad y prosperidad para España, que ha traído oportunidades, progreso y empleo, o apostar por el riesgo, la incertidumbre y la aventura". "No hay ninguna razón para que en España algunos quieran poner patas arriba el edificio constitucional, quieran apostar por la inestabilidad institucional o quieran desmantelar el Estado, intentar quebrar la cohesión de España o iniciar aventuras de secesión o separación", añadió.