Nueve de octubre de 2009. Día de la Comunidad Valenciana. "Las fiestas acaban a las cuatro", proclamó el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. Se refería al futuro político de Ricardo Costa, por entonces secretario general de los populares valencianos y portavoz del grupo en las Cortes. Libertad Digital desvelaba entonces que la operación ya había sido trazada, bajo la batuta de Génova: Camps debía cesar a su número dos en el siguiente Comité Ejecutivo del PPCV por su presunta implicación en la trama Gürtel.
Sin embargo, Camps no le dejaría caer, sino que le ratificaría en sus puestos. Después, llamaría a Mariano Rajoy para decirle que estaba "suspendido". Basándose en este hecho, Ricardo Costa se atribuyó el cargo de secretario general del PPCV pese a que la dirección nacional sí que le daba por destituido. Génova anunciaba acto y seguido que le retiraba su carnet de militante.
El caso Costa sumaba entonces una retahíla de capítulos, a los que el protagonista respondía con silencio. Un comportamiento "plenamente satisfactorio" a ojos del Comité de Derechos y Garantías, que le levantaba el castigo el 3 de septiembre de 2010, dos meses antes de que expirara el plazo establecido: un año sin ser miembro del PP.
Y es que lo cierto es que mucho han cambiado las cosas en estos 365 días. En la sede nacional de los populares se ha generalizado la idea de que "a Costa se le culpó por todo porque Rajoy no se atrevió con Camps", a quien el diputado valenciano le debía obediencia. "Ha sido el cabeza de turco, y eso aquí -en Génova- lo sabe todo el mundo", destaca un miembro del Comité de Dirección, en conversación informal con este periódico.
Esto no quita, añade este mismo dirigente, para que "no hiciera las cosas bien", en referencia a su "enfrentamiento" con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que se encargó concienzudamente de que se le despojara de sus responsabilidades.
El ascenso de Costa
Sin embargo, ahora Costa ha quedado reinsertado con el consentimiento de Madrid. "A la espera de novedades judiciales, impedírselo sería una injusticia", destaca un portavoz autorizado. Por ello, desde esta misma semana es coordinador del área económica en las Cortes y miembro de la dirección del Grupo Popular. Traducido: es nuevo Cristóbal Montoro del PP valenciano.
"Es un nombramiento dentro del marco de la normalidad que impera en las relaciones del grupo parlamentario con la dirección nacional. Es un puesto importante, no el de secretario general, pero sí importante. Costa es una persona rehabilitada y que tiene derecho a trabajar por su partido", zanjó Cospedal este mismo viernes.
No va a ser vetado en las listas
Al hilo de estas declaraciones, un portavoz autorizado desmiente que Costa vaya a ser vetado en las listas electorales de 2011, como así se ha sugerido por algunas fuentes. Y es que, según arguye, "si no hay novedades judiciales, el diputado ya ha cumplido". De hecho, y como ya avanzó LD, Rajoy dio en su día vía libre para que formara parte de la candidatura del partido a las elecciones valencianas.
Fuentes del Comité Electoral explican que "una vez se ha levantado la sanción, es un militante más y, por lo cual, tiene todo el derecho de ir en las listas", si bien esta decisión tiene que ser tomada primero por el PPCV y después ratificada por el órgano correspondiente de Génova.
El entorno de Costa, por su parte, pone el énfasis en que el parlamentario regional no quiere dar un paso sin el consentimiento explícito de la dirección nacional. Además, se muestra seguro de que la Justicia acabará dándole la razón. "No le pueden imputar por nada relacionado con cohecho", aseguran.
Dicho lo cual, la segunda idea también harta extendida en Génova es que "esto no ha acabado", más aún estando en plena precampaña. Ya lo dijo Cospedal: el recorrido será "negro" de aquí a la cita con las urnas.