L D (Agencias) En declaraciones a los medios, recogidas por EFE, tras asistir a una conferencia del alcalde de Barcelona, Joan Clos, Trinidad Jiménez lamentó que el debate se haya centrado sobre un término cuando debería haber tratado más "del contenido, de las reformas y de la eficacia de cara a los ciudadanos".
La dirigente socialista se mostró convencida de que el estatuto saldrá adelante en el Parlamento de Cataluña como "un producto que pueda ser cómodo para todos y en el que todo el mundo se encuentre incluido".Sobre la posibilidad de que ese mismo texto reciba el visto bueno de las Cortes, Jiménez prefirió "no adelantar acontecimientos" aunque recomendó no "dramatizar el proceso de negociación ni hacer debates sobre lo que se producirá en el futuro".
Sin embargo, para el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, es imposible que se acepte que España es una nación formada por otras naciones. Y el ministro de Defensa, José Bono, se ha mostrado convencido de que Zapatero, "no aceptará ningún planteamiento" incluido en la reforma del Estatuto de Cataluña "que no sea constitucional" y recalcó que "desde luego", el Parlamento no podrá aprobar un texto que no se acomode a la Carta Magna.
Por su parte, Angel Acebes, ha acusado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de permitir "un auténtico atentado a la unidad de España" al haber intervenido para "salvar" la reforma del Estatuto catalán, una modificación que consideró como un "proceso de desmantelamiento de España". En declaraciones a Telemadrid, el número dos del PP, Ángel Acebes señaló que la aprobación de la denominación de Cataluña como nación supone aceptar el "desguace" de España y aseguró que esa decisión, aprobada el pasado miércoles por el Parlamento catalán, no forma parte del plan Ibarretxe sino del "plan Zapatero".
"Estamos en uno de los momentos de encrucijada histórica, el más importante que se ha producido y el más grave desde la transición", indicó, antes de incidir en que con el nuevo Estatuto se pretende "cambiar el modelo de convivencia". El dirigente popular aseguró además que los políticos que tramitan la reforma pretenden alcanzar "un modelo cuasi confederal", con más competencias que un modelo federal, y que la denominación de nación es un primer paso para posteriormente considerarse un Estado que decide si quiere asociarse libremente con España o no.
Por último, incidió en que tanto en el Parlamento catalán como en las Cortes el PP rechazará con su voto el nuevo Estatuto y utilizará "todas las posibilidades" a su alcance para que no sea aprobado. En la misma línea se ha expresado el líder de los populares Mariano Rajoy, al señalar que el Estatuto se está llevando a cabo con el patrocinio del presidente del Gobierno. “Nos estamos cargando la Constitución de 1978” y “perjudicando de manera letal a Cataluña y a España”.