Trillo: "No me arrepiento de que un contingente humanitario español salvara a 11.500 iraquíes"

(Libertad Digital) Federico Trillo ha reconocido que “todos tenemos muchas cosas de qué arrepentirnos” y que cometió varios errores en su etapa en el ministerio, aunque ha destacado varios de los que considera también aciertos. “No puedo pretender ser objetivo, pero sí he querido ser sincero”, dice, al haber escrito un libro que “no es contra nadie” ni en defensa propia.

Preguntado sobre si la opinión de Rodrigo Rato en contra de la intervención española en Irak hizo que la sucesión de Aznar se decidiera a favor del otro candidato, Mariano Rajoy, Trillo ha respondido que el ex presidente “no tomó la decisión en un día ni por una sola decisión”. No obstante Trillo explica que tras anunciar que no concurriría a unas nuevas elecciones, Aznar despachó brevemente con varios ministros para recabar sus opiniones en torno a la decisión, y que él salió del despacho “con la convicción de que el elegido sería Rajoy”. Trillo ha destacado la lealtad de Rato, al sumarse a la posición del Gobierno en Irak.

EEUU y la tragedia del terrorismo

En torno a Perejil, Federico Trillo ha declarado que en su libro explica que José María Aznar, si bien agotó la vía diplomática hasta el final, ordenó preparar la operación militar desde el primer momento. “Nos jugábamos mucho más que una roca desierta y con cabras”, dijo, ya que el movimiento del gobierno de Marruecos “se hizo para provocar, rompiendo el derecho internacional”. Trillo expone en otro pasaje del libro que él tomó la decisión de que no se variaran los planes iniciales, que hacían pasar los helicópteros por Sevilla, pero que a última hora se pensó en enviarlos a la base conjunta de Morón. En sus palabras, la decisión se tomó para “mantener el secreto de la operación”.

El libro Memoria de entreguerras. Mis años en el Ministario de Defensa está editado por Planeta, tiene 300 páginas, y en su presentación Ricardo Artola ha declarado que "estrá muy bien escrito". Trillo ha reconocido que "hay algún guiño shakesperiano" y que "no está escrito desde el rencor, porque no se cuenta entre mis múltiples defectos".