(Libertad Digital) La noticia de Antonio Rubio este lunes en el Mundo denuncia que la UCO mintió a sus compañeros de Avilés al encargar esa vigilancia por tráfico de drogas. Dice El Mundo que la orden policial de seguimiento de Trashorras se produjo después de que Rafá Zouhier desvelara a "Víctor" y "Rafael" –dos jefes de la Unidad Central Operativa conocidos también por haber visitado en prisión a Rafá Zouhier para presionarle para que no hablara- que el ex minero, José Emilio Suárez Trashorras, y su cuñado, Antonio Toro Castro, le habían ofrecido explosivos para vender en Madrid a cambio de hachís.
Los agentes de la Unidad Central Operativa comprobaron la veracidad de la información y consiguieron una muestra de los explosivos y detonadores. Según recoge el juez Del Olmo en uno de sus autos y desvela la información de El Mundo, los laboratorios de la Guardia Civil verificaron que la muestra de dinamita conseguida por Rafá era Goma 2. En ese momento, la UCO implantó una operación de seguimiento y control de los pasos de Suárez Trashorras y de su cuñado, Toro Castro. Sin embargo, la UCO no informó a sus compañeros de Avilés.
Según explica la noticia de Antonio Rubio, la UCO mintió a sus compañeros de Avilés, indicándoles que estaba tras la pista de un importante grupo que se dedicaba al tráfico de pastillas. Los agentes asturianos indicaron a sus compañeros de Madrid que Suárez Trashorras, fundamentalmente, se dedicaba al tráfico de hachís y que trabajaba como confidente para el inspector Manuel García, antiguo miembro de la Comisaría General de Información y experto en temas terroristas.