La falta de material imposibilita la labor de la Policía Nacional. Así lo denuncian los propios agentes, desesperados ante esta escasez. Esto es lo que ocurre por ejemplo en la Comisaría Sur de Tenerife, donde los propios agentes han tenido que comprar una impresora para poder recibir y tramitar denuncias, según informa La Gaceta.
De hecho, la CEP asegura que "las jefaturas de España recibieron una circular en la que se recomienda no imprimir los atestados, sino leerlos en pantalla ni tampoco hacer fotocopias". También hay en comisarías en las que se restringe la compra de folios.
Otro ejemplo de esta situación desesperada es la de la Brigada de Extranjería y Fronteras deben patrullar a pie debido a que todos los vehículos camuflados están averiados.
Sin embargo, hay casos aún más graves. "Desde 2007 existe tal escasez de balas que nuestros agentes no pueden hacer las prácticas que el Plan Nacional de Tiro marca realizar cada tres meses", sentencia el portavoz del CEP, Lorenzo Nebreda. A esto se suma la falta de chalecos antibala y antitrauma. Y todo ello, cuando durante las navidades se había decretado el nivel dos de alerta por atentado terrorista.
La vestimenta es otra de la lucha de los agentes de la Policía Nacional. Y es que más del 50 por ciento de la vestimenta deben costeársela ellos mismos . La normativa obliga al Ministerio del Interior a facilitar cada seis meses dos pantalones y un par de camisas de veranos y invierno. Pero la realidad es que estos agentes pueden estar hasta cuatro y cinco años con los mismos uniformes.