El suplemento Crónica del diario El Mundo dedica este domingo su portada a "Tomás el forzudo", una versión personal del actual líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que ha saltado a las primeras páginas de todos los medios de comunicación en las dos últimas semanas por enfrentarse al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al negarse a renunciar como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid y forzar elecciones primarias.
"Grasa corporal: entre un 5 y un 6 por ciento. No llega a ser un culturista, pero casi. Levanta 100 kilos de pecho y 50 de bíceps (...) Entrena en sesiones de una hora y tres cuartos. 105 minutos, cuatro veces a la semana. Reparte sus ejercicios entre las pesas y el cardio. Además corre, nada, y monta en bicicleta. (...) Come sanísimo, cinco o seis veces al día. No fuma, no prueba el alcohol. Tampoco la sal", la radiografía de todo un deportista.
El líder de los socialistas madrileños es extremadamente pudoroso con su vida privada, deporte incluido, y cuando se le presiona se limita a soltar un speech fijo que ya está reflejado en su blog personal: "El gimnasio no es sólo un sitio para hacer deporte, es también un lugar para charlar, escuchar lo que realmente le preocupa a la gente y discutir acerca de motos, música o lo que toque". Eso sí, no deja pasar la oportunidad para atacar al ex presidente del Gobierno: "Lo de las abdominales lo dejo para los exhibicionistas como Aznar. En nuestro gimnasio el deporte se practica para mejorar la salud".
Saltó a la fama política tras las elecciones municipales de 2003, al convertirse en el alcalde más votado de España. Recibió el 75,35 por ciento de los sufragios emitidos por los ciudadanos de Parla, una localidad situada al sur de la Comunidad de Madrid, en el denominado cinturón Rojo. Pero desde que fue nombrado líder de los socialistas madrileños no ha conseguido despegar en las encuestas y sigue siendo casi un desconocido para la mayoría de los madrileños.
Sin embargo, los acontecimientos de los últimos días pueden servirle para darse a conocer entre el electorado madrileño. Sobre todo, porque todos los medios de comunicación le han llevado a sus primeras páginas por la defensa numantina que ha hecho de su puesto y su negativa a renunciar como candidato a la Comunidad de Madrid y forzar elecciones primarias, resistiendo contra viento (Trinidad Jiménez) y marea (Zapatero), las tremendísimas presiones recibidas desde todos los flancos: el aparato federal del PSOE, el Gobierno, los medios de comunicación afines y hasta el mismísimo presidente Zapatero, quien en reunión secreta de sábado noche intentó torcerle la voluntad, recuerda el diario de Pedro J. Ramírez.