(Libertad Digital) Según publica este domingo La Razón que cita fuentes antiterroristas, este nuevo ejemplo de la extorsión puede pertenece a una nueva remesa de misivas correspondiente al mes de agosto o formar parte de las que los terroristas emitieron en junio y que, por razones que se desconocen, no han sido puestas en el correo hasta ahora.
La llegada de nuevas cartas a empresarios prueba que la banda no ha renunciado en ningún momento a la extorsión. De hecho, en la única entrevista publicada tras el anuncio del "alto el fuego de las acciones armadas", los portavoces etarras justificaron esta actividad en las necesidades económicas que tienen.
Según la información de J. M. Zuloaga, fuentes antiterroristas han subrayado que a nadie puede engañar el supuesto tono "amable" de las cartas para justificar el chantaje. Se trata de misivas que llevan los sellos de una organización criminal que ha asesinado a 817 personas, algunas de ellas empresarios.
Según el periodista de La Razón, los terroristas no ofrecen alternativa en su chantaje: es decir, no contemplan la posibilidad de que el extorsionado se niegue a pagar ya que no le indican que, en este caso, no debe preocuparse porque no le ocurrirá nada. La amenaza, al tratarse de ETA, permanece.
Hasta el momento, el Gobierno ha restado importancia a esta actividad criminal de la banda. En las cartas recibidas recientemente por empresarios navarros y vizcaínos la suma máxima que ETA exigía era de 60.000 euros, según Zuloaga.
La desaparición total de la extorsión, junto a la del terrorismo callejero, eran condiciones para poder iniciar la negociación que, sin embargo, ya se ha iniciado, según reveló días pasados la vicepresidenta Fernández de la Vega.