L D (EFE) Este miércoles Trinidad Jiménez ha recibido la cartera de Sanidad de manos de Bernat Soria. Al acto asistieron la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, y otros ocho ministros del Gobierno, entre ellos el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con quien Jiménez ha trabajado en los últimos años como secretaria de Estado para Iberoamérica.
En sus palabras de despedida, Bernat Soria ha agradecido el trabajo a su equipo y ha elogiado la acertada, dijo, decisión del presidente del Gobierno de situar al frente del Ministerio a Trinidad Jiménez. Soria ha deseado suerte a su sucesora y ha subrayado que el objetivo del viaje no es ser ministro "sino servir al Estado y a los ciudadanos".
Aprovechando la fecha, el ministro saliente ha comparado el paso por un Ministerio con la Semana Santa: "La llegada es el Domingo de Ramos, cuando todo el mundo te recibe con palmas y halagos, pero al día siguiente es Lunes de Dolores, cuando comienza la tortura larga y el día de la muerte es cuando te comunican el cese".
No obstante, Soria ha señalado que la resurrección llega enseguida, con "las primeras llamadas de familiares y amigos felices de recuperarte".
El discurso de Jiménez
Por su parte, la nueva ministra de Sanidad y Políticas Sociales ha asegurado que "ninguna coyuntura económica va a mermar la atención a los colectivos más desfavorecidos" y ningún obstáculo va a socavar los cimientos de las políticas sociales.
En su primer discurso desde su cargo, la nueva ministra ha asegurado que buscará con ahínco el apoyo de las comunidades autónomas y que llega dispuesta a reunirse con todos los colectivos, a oír propuestas y recoger inquietudes.
La nueva ministra de Sanidad ha destacado la "enorme responsabilidad" que supone estar al frente del departamento que encarna el "compromiso firme y decidido" del Gobierno con las políticas sociales progresistas y con la convicción de que "no puede haber libertad sin la seguridad de poder planificar nuestro futuro".
Agradeció que le hayan cedido "uno de los testigos más preciados" del Gobierno, el desarrollo de la Ley de Dependencia, una labor en la que aseguró que buscará con ahínco el apoyo de las Comunidades Autónomas.
Jiménez también subrayó su disposición al diálogo y voluntad de entendimiento con todos los partidos políticos y todas las administraciones por considerar que es preciso "aparcar las diferencias y buscar soluciones" a los problemas de los ciudadanos.