Simancas quiere ahora someterse a investidura, renunciar y convocar elecciones

(Libertad Digital) El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, se reunió este martes a petición propia con la presidenta de la Cámara regional, Concepción Dancausa, para pedir que le proponga como candidato a la investidura, después de haber rechazado esta posiblidad hace tan sólo unos días. Este cambio de actitud se debería a que, como ya se rumoreaba en las últimas horas, el PSOE podría solicitar la investidura de Simancas con la intención de utilizarlo como altavoz para sus denuncias y, en este sentido, el diario ABC llegó a publicar este martes que, según fuentes de la Federación Socialista Madrileña, ese era el “único objetivo” que se planteaban para solicitar la investidura.

Según Simancas, uno de los motivos que le ha llevado a recurrir a esta vía es el convencimiento de que los madrileños "merecen conocer a fondo en sede parlamentaria" su programa electoral que "tanto asusta". Es decir, que ante lo inevitable de unas elecciones, quiere convencer al electorado de que su pacto con IU no es para tanto. Este extremo confirma que la única razón del cambio de estrategia es adelantar su campaña electoral en un debate de investidura. Pocos días después de la crisis se supo que Simancas manejaba sondeos propios que le daban una holgada victoria a Esperanza Aguirre en unas nuevas elecciones.

Al parecer, la decisión se habría tomado después de que los socialistas comprobaran que sus dos diputados díscolos , Eduardo Tamayo y Maite Sáez, que ahora integran el Grupo Mixto tras su reaparición del lunes, no van a votar a favor de Rafael Simancas en la investidura. Fuentes próximas a Tamayo y Sáez confirmaron este lunes que, tal y como está la situación, los disidentes quieren apoyar a un candidato socialista, como ya había dicho Tamayo en su gira por diferentes medios de comunicación, pero con una nueva condición: que el candidato no fuera Simancas. Como alternativas, según ABC , proponían los nombres de Pedro Sabando, Carlos Westendorp e Inés Alberdi.

Pura propaganda electoral

Este movimiento del PSOE hace que se planteen dos escenarios y cabe deducir que los socialistas pretenden aprovecharlos, pase lo que pase, para sacar tajada propagandística. Así, si los disidentes votan finalmente a Simancas, el candidato socialista se convertirá en presidente de la Comunidad de Madrid, rechazará el apoyo de los díscolos para mostrarse ante la ciudadanía como un hombre honesto y tendrá en su mano la decisión definitiva para la convocatoria electoral. Además, hasta que convocara elecciones, podrá usar la plataforma de la presidencia autonómica para darse a conocer, cosa nada despreciable para un candidato que, hasta el 25 de mayo, era bastante desconocido para la población.

No obstante, si Tamayo y Sáez votan finalmente en contra de Simancas, los socialistas podrán utilizar esta votación para hacerse propaganda y decir que los disidentes están conchabados con el PP. Además, según viene reclamando Simancas desde hace una semana, en este caso sí se produciría una “investidura fallida”, de modo que la convocatoria electoral no podría producirse hasta dentro de dos meses, como quiere Simancas, y el PSOE podría vender ese hecho como otro triunfo frente a los populares. No se descarta que desde dentro del PSOE se provoque la falta de apoyos con el voto negativo de algún diputado fiel. La clave es explicar el programa y convocar elecciones con las querellas como activo propagandístico.

Días 27 y 28 de junio

La presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa, ha propuesto formalmente al líder de la FSM, como candidato a la Presidencia de la Comunidad y ha fijado el debate de investidura para el próximo viernes, día 27, a las 18.00 horas. De acuerdo con un comunicado remitido a los medios, “la Asamblea propone al diputado Rafael Simancas Simancas como candidato a la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid y someter su programa político de Gobierno en sesión de investidura para solicitar la confianza de la Asamblea".

Según el Estatuto de Autonomía si el candidato propuesto a la presidencia no alcanzase la mayoría absoluta (56 votos de los 111 escaños con que cuenta la Cámara) se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después "y la confianza se entenderá otorgada si obtuviese mayoría simple". "Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas" en la forma prevista anteriormente.