(R. Vilas) Luis Herrero no ha sido un eurodiputado típico. Su labor en Bruselas ha conseguido un importante eco en los medios. Algo muy poco habitual entre sus colegas de la eurocámara. Tampoco es un político típico. Tiene la manía de decir la verdad. Quizás eso explique su exclusión de la lista, sobretodo tratándose de este PP. El de Rajoy, el salido del Congreso de Valencia.
La intensa actividad parlamentaria de Luis Herrero ha girado en torno a la defensa de la libertad. Llevó la defensa de la COPE –en plena campaña para cerrar la emisora, con la creación del CAC en Cataluña– a Bruselas, denunció los favores socialistas al Grupo Prisa y fue secuestrado y expulsado de Venezuela por decir allí, en Caracas, las verdades sobre Chaves que nadie se atreve a decir. Esto no es visto en Génova como un mérito para continuar. Méritos que sí ve Rajoy en otros eurodiputados. No es necesario citar nombres. Pueden consultar la lista.
En mayo de 2005 denunciaba en Bruselas la Ley Polanco que preparaba el Gobierno. La norma ad hoc que permitió a Canal + emitir en abierto como Cuatro. Luis Herrero se dirigía a los eurodiputados con una de esas frases que no es olvidan fácilmente: "Polanco, señores de la izquierda, convierte a Berlusconi en un mendigo". "El Gobierno de mi país promueve una ley que permitirá que un amigo de los socialistas, Jesús Polanco, controle la mitad de toda la radio española. Un señor que además ya tiene el monopolio de la televisión por satélite y ahora persigue una ración adicional de la tarta publicitaria analógica", afirmó Herrero en una brillante intervención.
Un hito insólito, sin duda, que un miembro del PP se atreva a hablar tan claro del entonces imperio, hoy algo más decadente, del Grupo Prisa. Tan raro es, que los periodistas llegaron a preguntar a Rajoy si estaba de acuerdo con Herrero. Una intervención, la de Herrero, que le costó las amenazas de la SER, con su habitual estilo mafioso. Pero no le amedrentaron y semanas después Herrero reiteraba su denuncia en el Parlamento Europeo.
Luis Herrero nunca ha dejado de ser periodista y eso explica su especial preocupación por la libertad de expresión y la defensa de la independencia y el pluralismo de los medios de comunicación. Por ello, en diciembre de 2005 capitaneó y llevó a Bruselas un manifiesto en defensa de la Cadena COPE, en unos momentos de acoso brutal con la creación del CAC en Cataluña y los intentos reiterados por parte de la izquierda y los nacionalistas de silenciar a la emisora. Logró reunir más de 700.000 adhesiones y el propio Herrero resumía en seis puntos qué había que hacer en defensa de la Cadena COPE y de la libertad en España:
- "Yo os pido. Uno, que firméis el manifiesto. Dos, que se lo contéis a vuestros vecinos. Tres, que organicéis el ruido que podáis. Cuatro, que os sintáis ciudadanos libres y ejerzáis como ciudadanos libres. Cinco, que os metáis los complejos, quien los pueda tener, en el bolsillo. Seis, que estéis dispuestos a sufrir una batalla dura que ganaremos en la calle entre todos".
El manifiesto se convirtió en la iniciativa popular que ha contado con más apoyos en la historia de la Unión Europea. El 24 de enero, las firmas llegaban de la mano de Herrero a la Comisión de Peticiones de la Eurocámara. Junto a Herrero estaban Pedro J. Ramírez y la doctora en Historia por la Universidad de Oxford, Cayetana Álvarez de Toledo.
Pero no sólo la defensa de la libertad de expresión ocupó el trabajo de Luis Herrero como eurodiputado. También mostró un encomiable compromiso con la defensa de la democracia en Venezuela, amenazada por Hugo Chávez. El 3 de diciembre de 2007 ya formó parte de la delegación del Parlamento Europeo que acudió, como observador internacional, al referéndum convocado por Chávez sobre la reforma constitucional del presidente venezolano para perpetuarse en el poder. En esa ocasión el presidente de Venezuela sufrió un revés al salir triunfante el "no". Pero Luis Herrero denunció las maniobras del régimen de Chávez para retrasar la difusión de los resultados y "encajar" mejor el resultado.
Viaje a Venezuela como observador internacional que repitió el 14 de febrero durante las recientes elecciones celebradas en el país caribeño. Luis Herrero demostró su valentía y su apego a la verdad denunciando allí mismo, en Caracas, la ausencia de garantías democráticas en los comicios. Estas declaraciones le valieron el secuestro por parte de los esbirros del régimen de Chávez y su expulsión del país. Se lo llevaron en volandas del hotel y lo metieron en el primer vuelo que partía de Caracas, con destino San Paulo. Unas horas de angustia que afortunadamente quedaron en un susto.
Evidentemente, el trabajo de Luis Herrero como eurodiputado abarca mucho más de lo que podríamos recoger en este artículo. Pero estos ejemplos son suficientemente significativos.