L D (EFE) Tanto la "Tigresa" como "Santi Potros", para quienes el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, solicita 1.572 y 1.560 años de cárcel, respectivamente, dijeron no querer participar en el juicio, renunciaron a su derecho a la última palabra y pidieron abandonar la sala, a lo que accedió la presidenta de la sección tercera de la Sala de lo Penal, Angela Murillo, ante la posibilidad de que alterasen el orden público. Asimismo, y dado que la vista está previsto que continúe este martes y el miércoles, la "Tigresa", hablando en nombre de los dos, solicitó al Tribunal que no les volviesen a traer en los próximos días a la sala.
Ante esta situación, el fiscal y los abogados de la acusación popular, representada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), y particular, que solicitan las mismas penas que el representante público, se limitaron a leer sus preguntas, para acto seguido dar paso a la prueba testifical. La Sala pudo escuchar entonces las declaraciones de dos agentes de la Policía Nacional, entre ellos el instructor del atestado, que explicaron que en la mañana del 14 de julio de 1986 se trasladaron hasta la plaza de la República Dominicana después de ser alertados de que, sobre las 7.45 horas, se había producido una explosión al paso de un convoy de la Guardia Civil, con 73 agentes.
El instructor añadió que, cuando llegó al lugar, observó que había cuatro cadáveres y que fue informado de que numerosos heridos habían sido evacuados ya a distintos centros hospitalarios. Añadió que la explosión del artefacto colocado en una furgoneta estacionada en la citada plaza alcanzó a los tres vehículos que componían el convoy –un autobús, un microbús y un Land Rover– y que provocó destrozos en otros coches particulares. Con las declaraciones de estos dos agentes y después de que el fiscal renunciara a otros testigos citados se dio por concluida la vista, que se reanudará este martes con el resto de la prueba testifical.
En su escrito de conclusiones provisionales, Fungairiño mantiene que la "Tigresa" es coautora material y directa de este atentado, ya que en esas fechas estaba integrada en el "comando Madrid" junto a los ya condenados Antonio Troitiño, José Ignacio de Juana Chaos, Esteban Esteban Nieto, el arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa e Inés del Río Prada, quienes con el apoyo de Miguel Zalacaín Esain, en situación de rebeldía, y el fallecido José Arrieta Zubimendi, llevaron a cabo esta acción terrorista. Asimismo, dice que "Santi Potros", que era quien "coordinaba a los 'comandos ilegales'", se encargó de facilitarles unos 50 kilogramos de dinamita "con pleno conocimiento" de que se iban a utilizar "para matar al mayor número posible de miembros de las fuerzas de seguridad", por lo que responde como autor por inducción y cooperador necesario de esta acción.
El atentado de la República Dominicana es el segundo más sangriento de la historia de ETA, después del ocurrido en el Hipercor de Barcelona, donde murieron 21 personas.
Ante esta situación, el fiscal y los abogados de la acusación popular, representada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), y particular, que solicitan las mismas penas que el representante público, se limitaron a leer sus preguntas, para acto seguido dar paso a la prueba testifical. La Sala pudo escuchar entonces las declaraciones de dos agentes de la Policía Nacional, entre ellos el instructor del atestado, que explicaron que en la mañana del 14 de julio de 1986 se trasladaron hasta la plaza de la República Dominicana después de ser alertados de que, sobre las 7.45 horas, se había producido una explosión al paso de un convoy de la Guardia Civil, con 73 agentes.
El instructor añadió que, cuando llegó al lugar, observó que había cuatro cadáveres y que fue informado de que numerosos heridos habían sido evacuados ya a distintos centros hospitalarios. Añadió que la explosión del artefacto colocado en una furgoneta estacionada en la citada plaza alcanzó a los tres vehículos que componían el convoy –un autobús, un microbús y un Land Rover– y que provocó destrozos en otros coches particulares. Con las declaraciones de estos dos agentes y después de que el fiscal renunciara a otros testigos citados se dio por concluida la vista, que se reanudará este martes con el resto de la prueba testifical.
En su escrito de conclusiones provisionales, Fungairiño mantiene que la "Tigresa" es coautora material y directa de este atentado, ya que en esas fechas estaba integrada en el "comando Madrid" junto a los ya condenados Antonio Troitiño, José Ignacio de Juana Chaos, Esteban Esteban Nieto, el arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa e Inés del Río Prada, quienes con el apoyo de Miguel Zalacaín Esain, en situación de rebeldía, y el fallecido José Arrieta Zubimendi, llevaron a cabo esta acción terrorista. Asimismo, dice que "Santi Potros", que era quien "coordinaba a los 'comandos ilegales'", se encargó de facilitarles unos 50 kilogramos de dinamita "con pleno conocimiento" de que se iban a utilizar "para matar al mayor número posible de miembros de las fuerzas de seguridad", por lo que responde como autor por inducción y cooperador necesario de esta acción.
El atentado de la República Dominicana es el segundo más sangriento de la historia de ETA, después del ocurrido en el Hipercor de Barcelona, donde murieron 21 personas.