Rubalcaba no desmiente a ETA: "Hice lo que tenía que hacer"

Pocas veces se recuerda tanta expectación mediática en torno a una comparecencia en comisión. Quince minutos antes de las 11:00 horas, una nube de unos treinta periodistas y cámaras de televisión hacían guardia a las puertas de la Sala Constitucional del Congreso para preguntarle por la noticia del día: las actas de la negociación del Gobierno con ETA. Documentos que dejan a Alfredo Pérez Rubalcaba en el objetivo de toda la actualidad política pero ni esto ha servido para que el vicepresidente y ministro del Interior cambie sus hábitos y responda a las preguntas que se le formulan, ni a los portavoces de los grupos ni a los periodistas.

"Pero ¡qué de gente hay aquí!", decían sus colaboradores a su llegada. Expectación absoluta que no ha conseguido arrancar ni una sola palabra del titular de Interior. "Vicepresidente, ¿puede usted desmentir esas informaciones de las actas?", le preguntaba Libertad Digital. "Buenos días", respondía él. "Vicepresidente, ¿quiere usted desmentirlas?", le repreguntaba este diario sin obtener respuesta, Rubalcaba seguí avanzando y se libraba de la nube mediática sin haber querido desmentir las revelaciones del diario El Mundo.

Dentro de la comisión, el titular de Interior dejaba lo referido a ETA para el final. Pasadas las 14:00 horas, tres horas después de iniciar su intervención, respondía a los grupos que le habían solicitado una explicación contundente de los documentos firmados por la banda terrorista. "Lo que no voy a hacer ni en sede parlamentaria, ni en ningún sitio, es entrar a discutir si ETA dijo que le dijeron... no. Mire usted, no".

Rubalcaba se escudaba en que "las cosas van bien. Estamos en el principio del fin, no podemos equivocarnos" y también en la unidad. "Yo creo que uno de los elementos claves, aparte de la eficacia policial, sin duda es la unidad, y yo la mantengo y voy a tratar por todos los medios que no volvamos a caer en un debate que no beneficia a nadie".
 
El titular de Interior ha evitado en todo momento la palabra clave: mentira. Se ha negado a desmentir las afirmaciones de ETA de que el chivatazo del bar Faisán fue una orden política y ha vuelto a demostrar cómo sabe salir airoso, incluso cuando no responde a lo que todo el mundo se pregunta.
 
"Y es verdad que durante la tregua trabajamos mucho y bien y es verdad que ETA se intentó rearmar. ¿Sabe lo que pasó después señor Cosidó? que cuando ETA rompió la tregua nosotros estábamos mejor y por eso estamos así. Porque hicimos bien las cosas durante la tregua estamos hoy como estamos, porque no nos fiamos estamos hoy como estamos", ha sido su leit motiv, repetido en varias ocasiones en su respuesta.
Se define: "tonto, lo justo; responsable, muchísimo"
 
En el turno de réplica, Rubalcaba ha elevado el tono en su respuesta al Portavoz del PP de Interior, Ignacio Cosidó porque "aquí hay muchos juicios paralelos". "Ya he dicho todo lo que tenía que decir porque además creo que mi obligación como ministro es preservar la unidad, pero también le digo señor Cosidó, soy tonto lo justo ¿eh? y cuando veo el diario de sesiones y veo que ustedes han preguntado al Gobierno más por un caso que está en la Audiencia que por el paro... pues alguna reflexión se me ocurre ¿no? Me parece ¿eh? Tonto lo justo. Pero responsable, créame, mucho, aunque usted crea que no, muy responsable, muchísimo".

Y continuaba defendiéndose: "Yo soy el responsable del Estado en materia antiterrorista. Y le he dicho la estrategia que seguí cuando llegué al ministerio. Y ¿sabe?, contra hechos, no caben palabras . Los hechos están ahí y lo que pasó después. Y sostengo y he sostenido el Gobierno hizo lo que tenía que hacer". Y repetía: "contra hechos no caben palabras de nadie. Sostengo y he sostenido. No quiero discutir sobre lo que hizo otro Gobierno. Ustedes lo hicieron con la mejor intención. Sí, lo hicieron bien", le decía después de recordar que en la tregua de 1998, durante el Gobierno del PP, la banda introdujo cinco nuevos comandos en España que más tarde cometieron más de 40 asesinatos.