Con la vicepresidenta De la Vega indispuesta, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba se ha convertido en el protagonista de la sesión de control al Gobierno. Preguntado por la actuación policial en el caso "Palma Arena", el titular de Interior aseguró que "no existió intencionalidad" en el hecho de que los dirigentes del PP detenidos fueran esposados de dos en dos y de el misma mano.
Tampoco ha explicado por qué los medios de comunicación tuvieron acceso a dependencias policiales para captar las imágenes de los arrestados.
Eso sí, el ministro ha utilizado su turno de palabra para volver a cargar contra el partido de Mariano Rajoy, al que acusa de vivir "un delirio paranoico". "Están empelados de hablar de conspiración universal", ha continuado, para después pedir al PP "que piense" en que tal vez los corruptos estén en el seno de su partido.
Por su parte, la popular María Salom exigió (sin conseguirlo) que el ministro Rubalcaba pidiera perdón a los detenidos por el caso "Palma Arena" y acusó al Ejecutivo de utilizar la Fiscalía a su antojo.