Encantado de conocerse, Alfredo Pérez Rubalcaba se hizo a sí mismo autopropaganda en la rueda de prensa para explicar la operación contra los abogados de ETA. No admitió preguntas sobre otros asuntos porque "me gustaría que se hablara de esto", dijo bien clarito. Aunque durante su larguísima exposición con él como protagonista de la operación se contuvo, a la primera pregunta de los periodistas no aguantó más. La organización desmantelada "transmitió instrucciones sobre el actual ministro del Interior", reveló.
Destacó el ministro la "gran importancia" de la operación, que "no es una más". Dijo que las Fuerzas de Seguridad sospechaban desde hace tiempo que algunos abogados de etarras aprovechaban su posición "para otras tareas" y ahora se han conseguido las pruebas que "ha costado mucho tiempo encontrar".
Señaló que las pruebas se obtuvieron tras la detención en 2008 de López Peña "después de mucho trabajo", insistió. "Sabíamos que había abogados militantes de ETA que hacían cosas fuera del marco legal. Eran abogados a tiempo parcial, hacían muchas otras cosas además".
Rubalcaba estableció una diferencia con lo ocurrido en las grabaciones a los abogados del caso Gürtel al advertir que "toda la documentación y las pruebas conseguidas tiene que ver con esas otras cosas que hacían. El derecho de defensa no se va a investigar, la investigación no afecta al derecho constitucional de defensa".
Afirmó que los detenidos actuaban fundamentalmente como correos en las cárceles, "aunque no sólo en las cárceles", sino que ayudaban a los etarras a escapar de la justicia, participaban en el pago de extorsiones y captaban militantes y les marcaban las citas con miembros de la banda, que solían realizarse en Francia. También recopilaban información sobre posibles atentados y víctimas y se encargaban de dinamizar las estructuras sociales del mundo de los presos de ETA y sus familiares.
"Realizaban actividades ilegales en nombre de ETA, en coordinación con ETA", dijo Rubalcaba que afirmó que se habían producido 17 registros para recopilar el material para apuntalar las pruebas.
También informó de que este entramado legal permitían a la banda terrorista comunicarse con los presos y otras estructuras y a las "gentes de ETA" comunicarse con el núcleo de la organización. Aseguró que actuaban como "comisarios políticos de ETA en las prisiones", enviaban "directrices" y establecían "disciplina férrea en las cárceles". "Puedo aventurar que algún preso ha defendido que se siente aliviado por esta detención".