(Libertad Digital) La eurodiputada, recientemente marginada de su papel de portavoz en la Comisión de Libertades de la Eurocámara por decisión de su partido, señala que Patxi López, secretario del PSE, la ha invitado a abandonar el partido a través de diversas tribunas, pero nunca cara a cara. "¿Por cobardía?", le preguntan. "No sé, que lo diga él". Pero advierte de que pierden el tiempo:
"A mí ningún cobarde me ha echado de Euskadi, ni ahora me van a echar del PSOE: tendría gracia que no me hayan echado ni los terroristas ni los del nacionalismo obligatorio, que no me haya echado de Euskadi ningún asesino, y ahora pretendan echarme de mi partido. Desde luego, no me echará nadie que crea que el partido es suyo y que ganar un congreso le da derecho de propiedad sobre el mismo. Esos no me van a echar".
Conversando con El Mundo, Rosa Díez reconoce su estupor por lo que dijo Zapatero cuando se difundió una fotografía de la eurodiputada junto a Pilar Elías. El presidente comentó que esa foto junto a una víctima de ETA todavía humillada por el asesino de su marido representa el pasado, mientras que la de la diputada socialista Gemma Zabaleta junto a la dirigente de Batasuna-Eta, Jone Goirizelaia, simboliza el futuro del País Vasco. "Se me hizo un nudo en el estómago que no me lo pude quitar en todo el día, porque no lo puedo entender y si lo entiendo es peor", comenta Díez.
Subraya que "defender los principios, los valores fundamentales, que es lo que hemos hecho en este país los constitucionalistas al margen del partido en que hemos militado, no es una cuestión de tiempo, no es pasado ni futuro. Sin principios no hay futuro, o el futuro es un futuro que no merece la pena".
Marginada por defender lo mismo que Zapatero
La eurodiputada defiende las bases que han servido para que ETA esté "mucho más débil que en el 98". Se trata de la unidad de PSOE y PP en el Pacto Antiterrorista, el compromiso de resarcimiento con las víctimas y la claridad de que el objetivo es derrotar a ETA, no pactar con la organización terrorista. Y recuerda que su fórmula es la misma que Zapatero ha postulado en el pasado: "No me puedo creer que a mí se me pueda considerar fuera del PSOE por defender las cosas que yo le he visto defender a él", dice.
La nueva tregua, por sí misma, no satisface ninguno de esos objetivos, subraya. "Ni [ETA ha dejado de ser terrorista, ni se ha convertido a la democracia, ni ha desaparecido, y no lo hará mientras no le quitemos la esperanza". "A una organización totalitaria sólo se le puede derrotar", apunta Rosa Díez, "porque son fascistas que ahora utilizan una táctica diferente, y la táctica es la declaración de alto el fuego".
La eurodiputada pide para sí el mismo respeto que ella profesa a otros puntos de vista dentro de la Dirección del PSE, que no comparte. En concreto, menciona su discrepancia con Gemma Zabaleta:
"A mí Gemma no me estorba; yo no comparto sus posiciones, pero no la empujaría para que se marchara. Lo que me preocupa es que desde la Dirección piensen que quien no quepo soy yo, que quienes no tenemos ese alma dispuesta a olvidar y convertir en homologables a las víctimas y los verdugos somos los que sobramos. A mí se me ha invitado a irme, y eso me parece un insulto no hacia mi persona, sino hacia el PSOE".
"Batasuna-ETA no puede ser legalizada"
La histórica del PSE constata que su marginación por la Dirección del PSE contrasta con las muestras de apoyo que constantemente recibe de afiliados y simpatizantes socialistas. "Son muchos los que piensan igual que yo en materia de lucha contra el terrorismo: que no haya impunidad, que haya pacto entre PP y PSOE, que no se modifique la Ley de Partidos, que no haya un acuerdo con los criminales. ¿Eso es estar en contra del PSOE? ¿En qué? Que me lo expliquen".
La respuesta política sobre el futuro de Batasuna-ETA es otro de los puntos de vista que la separan de destacados dirigentes del PSE, como la diputada Gemma Zabaleta o el portavoz parlamentario José Antonio Pastor. "Según la sentencia del Supremo que está confirmada por el Constitucional, Bastasuna no puede legalizarse de ninguna de las maneras", indica.
En la cuestión navarra, también se mantiene fiel a lo que ha sido la doctrina del PSOE hasta tiempos recientes. "Navarra ni está ni puede estar en cuestión con nada que pueda estar en relación con ETA. No puede ser moneda de cambio de nada, y sobre Navarra la respuesta de los socialistas tiene que ser muy sencilla: no. Hay que dejarse de palabrerías", dice a El Mundo.