L D (EFE) Fernández Rancaño aportó esta información durante su comparecencia ante la comisión que investiga el 11-M, al ser preguntado por los diputados por el motivo por el que antes de esa fecha se abandonó la investigación a "El Tunecino", supuesto coordinador de los atentados y que se suicidó junto con otros seis miembros del comando en Leganés el 3 de abril.
El jefe de Policía de Madrid corrigió a los parlamentarios y les detalló que esa investigación se abrió en enero de 2003, entró en vía judicial en julio de ese año y no se cerró, a petición de la Brigada Provincial de Información de Madrid, hasta el 29 de marzo.
"Nunca se cesó en esa investigación", recalcó Fernández Rancaño, que también hizo hincapié en que a lo largo de todas las pesquisas no se consiguió probar ninguno de los hechos que se atribuía a esta célula y detalló que "El Tunecino" aparecía como un nombre más dentro de la investigación.
Además, dejó claro que de esas gestiones no se obtuvo ninguna pista que permitiera prever que se fueran a cometer los atentados del 11 de marzo y subrayó que si hubiera habido la más mínima información de que había una hipótesis de riesgo, se habría actuado contra la célula. Explicó que la investigación se centraba en una supuesta célula durmiente relacionada con el terrorismo islamista que se dedicaba al proselitismo y captación de elementos y que, entre otros delitos, podría incurrir en blanqueo de capitales y robo de vehículos.
Para completar su información, Fernández Rancaño agregó que la última observación a Serhane Ben Abdelmaji se realizó el día 5 de marzo, sólo seis de los atentados, dentro de las diligencias que en ese momento instruía el juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. El jefe de Policía apuntó también que esa investigación se ha abierto de nuevo en el juzgado número 6 de esa misma institución, que es el que instruye la causa de los atentados del 11-M.
El jefe de Policía de Madrid corrigió a los parlamentarios y les detalló que esa investigación se abrió en enero de 2003, entró en vía judicial en julio de ese año y no se cerró, a petición de la Brigada Provincial de Información de Madrid, hasta el 29 de marzo.
"Nunca se cesó en esa investigación", recalcó Fernández Rancaño, que también hizo hincapié en que a lo largo de todas las pesquisas no se consiguió probar ninguno de los hechos que se atribuía a esta célula y detalló que "El Tunecino" aparecía como un nombre más dentro de la investigación.
Además, dejó claro que de esas gestiones no se obtuvo ninguna pista que permitiera prever que se fueran a cometer los atentados del 11 de marzo y subrayó que si hubiera habido la más mínima información de que había una hipótesis de riesgo, se habría actuado contra la célula. Explicó que la investigación se centraba en una supuesta célula durmiente relacionada con el terrorismo islamista que se dedicaba al proselitismo y captación de elementos y que, entre otros delitos, podría incurrir en blanqueo de capitales y robo de vehículos.
Para completar su información, Fernández Rancaño agregó que la última observación a Serhane Ben Abdelmaji se realizó el día 5 de marzo, sólo seis de los atentados, dentro de las diligencias que en ese momento instruía el juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. El jefe de Policía apuntó también que esa investigación se ha abierto de nuevo en el juzgado número 6 de esa misma institución, que es el que instruye la causa de los atentados del 11-M.