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Rajoy se ofrece como "alternativa" ante esta "dramática situación"

Dos parches para salvar la reunión, pero ningún acuerdo de calado y, ni mucho menos, el plan global reclamado por Rajoy para salir de la crisis. Con este panorama, el líder del PP aprovechó su rueda de prensa en Moncloa para reprochar a Zapatero lo mismo de siempre: "tiene que ejecutar y gobernar".

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, no ha conseguido de José Luis Rodríguez Zapatero lo que le lleva reclamando desde hace año y medio: un gran plan que haga salir a España de la recesión económica. Partiendo de esta base, lo único alcanzado tras dos horas largas de reunión en La Moncloa han sido dos acuerdos a modo de parche: acelerar el FROB y la reforma de la ley de Cajas. El PP también dijo "sí" al rescate financiero de Grecia.

Por lo demás, los mismos reproches de siempre. En rueda de prensa desde el complejo presidencial, Rajoy ha asegurado que “no es suficiente” lo acordado y ha llegado a tachar de “crítica” la situación económica española. “Hay que decir la verdad, la dramática situación en España”, sentenció el jefe de la oposición, que se basa en la caída de la actividad y la inestabilidad del mercado.

“Lo digo con toda claridad: la política de esperar y ver ya no puede continuar, esperar a que escampe no conduce a nada”, proclamó, para sacar a relucir el ejemplo de Grecia, que no dejó de nombrar en todo momento. En este sentido, dijo que no estamos como dicho país, pero que lo podríamos llegar a estar si no se aplican las políticas adecuadas, y advirtió: “si tu no actúas otros lo harán por ti”.

A su juicio, Zapatero no va por el buen camino: “ya no valen medidas parciales, inconexas o contradictorias. Hay que hacer un plan ya que englobe el grueso de la política económica”. Un plan, continuó, que tiene que tener como “el gran objetivo nacional” la creación de empleo y que tiene que pasar por la reducción del gasto y del déficit público, la reestructuración del sistema financiero -que sí fue abordada en el encuentro- y la reforma del mercado laboral.

Para ello, insistió, Rodríguez Zapatero se encontrará con el respaldo del PP, pero no para apoyar “decisiones que son negativas para España”. “Por mi no va a quedar”, afirmó, no sin añadir que “así no se puede seguir” porque lo problemas “pueden ser mayores”.

Se proclama como “la alternativa” en Moncloa

Todo esto, según desveló, se lo transmitió al jefe del Ejecutivo, pero se guardó un mensaje exclusivo para los periodistas y que quería lanzar desde el palacio del presidente: “aquí hay una alternativa dispuesta a asumir el reto”.

Ya en el turno de preguntas, Rajoy lo único que hizo fue reiterar lo ya comentado en su intervención inicial. Desveló que no abordó con Zapatero ningún otro tema que no fuera exclusivamente económico, que no tiene previsto volver a reunirse con él para hacerlo y que no iba a hablar de otra cosa que no fuera lo debatido con el presidente.

Ni la lucha contra ETA, ni la crisis institucional a raíz de la tardanza de la sentencia sobre el Estatuto catalán, ni la corrupción en su partido. Nada de nada: “yo no voy a hablar de otros asuntos que no sean estrictamente económicos, no le he pedido ninguna reunión para hablar de otras cosas”, reconoció.

La conclusión, según dijo, es pues que “en este momento ya no se trata de decir sino de actuar, de hacer y de gobernar”. Eso sí, espera que esta reunión, vacía en contenidos, sirva para calmar los mercados tras el “batacazo monumental” de la bolsa. Extremo que unía a la tan traída alternativa del PP: “hay una oposición con un programa claro y entendible”. “Hay que rectificar la política económica, hay que ejecutar y gobernar”, concluyó.

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