En política, en más de una ocasión, una foto vale más que mil palabras, y ésta tenía su morbo. S e encontraban en la misma mesa dos ex ministros de Educación cuyo devenir político no ha hecho sino ganar en influencia con el paso de los años: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ese interés periodístico ganaba enteros tras la reciente remodelación del gabinete de Zapatero, cuando Rubalcaba asumía la Vicepresidencia primera y mantenía la titularidad de Interior. Se convertía así en el nuevo hombre fuerte del Gobierno, hasta el punto de que el presidente lleva desde entonces desaparecido.
Mientras tanto, Rajoy ha intentado, con menos suerte de la deseada, obviar ese protagonismo. En sus intervenciones en público ni tan siquiera le menciona -pese a ser epicentro de sus críticas- y en privado le descarta como posible sustituto de Zapatero. Prefiere que sean sus habituales portavoces quienes desplieguen toda la artillería.
Un conjunto de ingredientes que hacía de la instantánea de ambos la foto de la jornada. Por puertas diferentes, Rajoy llegaba primero y, poco minutos después, Rubalcaba. El escenario: la sede de la Fundación Santillana, del grupo Prisa.
Ya en suelo del emporio de izquierdas, ambos pudieron despachar a solas no más de un cuarto de hora. “Hablaron de todo un poco y, evidentemente, también de los asuntos que preocupan a los españoles”, explican fuentes populares, que restan importancia a este hecho. Tras el reservado, pusieron rumbo al atril, abarrotado de medios gráficos.
Fue entonces cuando el acto dejó de tener ese morbo político, ya de lo que tocaba hablar era de “La educación en el horizonte de 2010” y tanto Rajoy como Rubalcaba desglosaron el discurso ya conocido de PP y PSOE sobre esta materia.
“Es un place compartir estos minutos de reflexión en la Fundación Santillana”, arrancó el líder de los populares, cuya única crítica al Ejecutivo vino dada por ese anzuelo educativo: “Todas las leyes educativas que se han aprobado en España han sido elaboradas y aprobadas por gobiernos socialistas. No es cierto el tópico de que cada gobierno cambia el sistema porque no ha sido así, la ley que elaboró el gobierno del PP nunca llegó a entrar en vigor”, sentenció. Por lo demás, Rajoy no quiso entrar en confrontación con Rubalcaba.
En los corrillos, un elemento más que alimentaba la comidilla: “¿Qué ha pasado con el enfado de Rajoy con Prisa?”. Cabe recordar que hace pocas semanas El País se la jugó con una entrevista-trampa hasta el punto de que la Vicesecretaría que dirige Esteban González Pons emitió una nota interna para azuzar al rotativo. Se sugirió, incluso, no atender a medios de este grupo “por una temporada”.
Este miércoles, no obstante, a Rajoy no le ha importado fotografiarse con buena parte de la cúpula de Prisa en uno de sus buques insignia: Santillana.