LD (Pablo Montesinos) Los mensajes en clave interna lanzados por José María Aznar ante los jóvenes del partido no han gustado a la actual dirección nacional del PP, cuyos dos máximos dirigentes -Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal- han escenificado una clara ruptura con sus planteamientos.
En el XI congreso de Nuevas Generaciones de Madrid, Aznar avisaba a los suyos de que tenían que salir "a jugar el partido" ya que "en política no se está para empatar ni para heredar, sino para ganar". Una estrategia que no comparte su sucesor y actual líder del PP: el camino "no es la obsesión por vencer sino tu permanente pasión por convencer".
Se lo decía a Alberto Núñez Feijóo, que en su presentación como candidato del PP a las elecciones de Galicia también marcaba distancias con el presidente de honor de los populares. Si el ex jefe del Ejecutivo pedía hacer oposición para así construir "una buena alternativa", el aspirante a la Xunta defendía el actual rumbo marcado por Génova, basado en hacer "poco ruido" para evitar la temida crispación de la pasada legislatura. Una labor que Feijóo califica de "responsable, seria, de firmeza y grandeza".
Y mientras esto ocurría en Santiago de Compostela, donde Rajoy se daba un baño de masas ante miles de simpatizantes, en Toledo María Dolores de Cospedal también rebatía el discurso del que fuera líder del PP. La secretaria general de los populares se refería a los principios del partido -aquellos a los que Aznar pedía defender "sin ningún tipo de complejos"- para decir que "los defendemos ante quien sea".
Dice Cospedal que su partido "es el único que se puede llamar nacional" y subraya que España "es una y no cincuenta" y que "no es opinable" que sea o no una nación.
Sin embargo, su firmeza contrasta con el ejemplo llegado este domingo desde las filas de su partido en el País Vasco. Pese a que el propio Partido Popular ya trabaja en un informe para conocer los posibles vínculos de Eusko Alkartasuna (EA) con Batasuna-ETA, el secretario general del PP vasco y mano derecha de Antonio Basagoiti, Iñaki Oyarzabal, decía que las cosas "se han sacado de quicio" y que la formación radical es "completamente democrática".
Una estrategia, en definitiva, en la que parecen sobrar los postulados de José María Aznar, que hicieron vibrar a los jóvenes del PP de Madrid, que este sábado revalidaron a su presidente Pablo Casado. El diario El País incide en este sentido. Marianistas consultados por el rotativo de Prisa creen que es bueno "que se vean las diferencias entre Aguirre, Aznar y Rajoy" ya que "centra la imagen del líder". Algo, añaden, "imprescindible para desactivar el voto anti-PP que tanto daño hizo en las generales".