El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha presentado un informe demoledor contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ante su Comité Ejecutivo Nacional, que se ha reunido en Barcelona para arropar a Alicia Sánchez Camacho el mismo día en que se convocan oficialmente las elecciones en Cataluña.
El informe que Rajoy llevaba debajo del brazo era especialmente hiriente contra los Presupuestos Generales del Estado, que representan “lo contrario que necesita España”. Partiendo de esta base, ha destacado como dato “especialmente preocupante” que más de la mitad de las personas que en septiembre perdieron su empleo eran menores de veinticinco años.
Es por ello por lo que el jefe de la oposición no se ha cansado de repetir que estamos ante “un Gobierno agotado” y que es necesario convocar “ya” elecciones anticipadas. “Estamos en tiempo de descuento, a esta legislatura le sobra un año” y “los últimos datos de Paro lo confirman”, ha desgranado en una concurrida conferencia de prensa.
Las primarias del PSOE
Rajoy llegó a entonar el “España necesita otra cosa” e insistió en que “la situación del Gobierno no es la mejor” y prueba de ello es que “su política económica es una ruina”. Y por ello no se dignó ni a valorar las primarias del PSM ni al hecho de que haya sido derrotada la candidata de Zapatero, Trinidad Jiménez.
“Lo que debilita al señor Zapatero, de verdad, son sus políticas. Es su política económica. Son unos Presupuestos que son un torpedo en la línea de flotación (…) esas son las cosas que le debilitan”, argumentó el dirigente popular, quien ya en corrillo con los informadores incidió en esta idea, añadiendo un elemento más al combinado político: está convencido de que Esperanza Aguirre volverá a ganar por mayoría absoluta.
Aguirre, protagonista
Precisamente, Aguirre fue la gran protagonista de la cita, con permiso de Sánchez Camacho. “Ya tenemos candidato”, le decía un compañero de filas, entre risas. La presidenta de la Comunidad de Madrid atendía brevemente a los medios para felicitar a Tomás Gómez más de doce horas después de haber intentado hablar personalmente con él sin conseguirlo.
Y un último órdago envenenado, a vueltas con las cuentas públicas. Y es que a Rajoy le huele mal el pacto alcanzado por el Gobierno y el Partido Nacionalista Vasco para salvar los Presupuestos. Tanto que hacía la siguiente reflexión: “es un cromo que intuyo no va por el mejor de los caminos”. Una advertencia que dejaba ahí porque, según recalcó, quiere esperar a tener el texto en sus manos para hacer un análisis en profundidad.