L D (EFE) El vicepresidente primero y ministro de la Presidencia, Mariano Rajoy, considera que "si no hubiera Prestige e Irak, el señor Zapatero sería absolutamente irrelevante en la vida política española", ya que no ha aportado "ni una idea" sobre los principales asuntos que preocupan a los ciudadanos. Rajoy hizo esta afirmación al término de su intervención en las jornadas organizadas por el PP para celebrar los siete años de Gobierno de José María Aznar, que aprovechó para repasar los grandes logros populares en materia de calidad de vida, estructura del Estado, seguridad y justicia, y asuntos exteriores.
Política frente a “soflamas”
El vicepresidente aconsejó a los asistentes -diputados, senadores y dirigentes del PP- que en las próximas semanas se centren en subrayar los avances logrados por los Gobiernos de Aznar y en plantear las propuestas para las próximas elecciones, para que en la campaña electoral haya "verdadero debate político y no sólo soflamas".
Para concurrir a las elecciones, "es importante tener criterio, saber lo que se quiere, tener los medios y explicarlo muy bien", dijo Rajoy, quien apostó por hablar de "ideas y programas, y de balance" aunque los demás se limiten a hablar de "lo único que saben hablar que es el Prestige, Irak" y de la huelga general.
Así, aseguró que, pese a que el líder del PSOE hable de esos temas, él no hablará "ni del Mar Egeo, ni del Casón; no voy a hablar de Irak en 1991, ni de lo de OTAN no, ni de Kosovo con su apoyo, y no le voy a hablar de las cuatro huelgas generales de todos conocidos".
Balance de Gobierno
El vicepresidente estructuró el resto de su intervención en tres grandes ejes con los que abarcó la práctica totalidad de los asuntos abordados en los últimos años por el Gobierno. Así, bajo el epígrafe de calidad de vida, recordó las bajadas de impuestos, la subida de las pensiones, el saneamiento de la seguridad social, las ayudas a las mujeres y discapacitados, la reforma de la educación y de la sanidad, entre otros.
Subrayó la importancia de la estabilidad del modelo de estructura territorial del Estado, que apuntó "sólo se podría modificar por acuerdo de todos los que pactamos la Constitución y los Estatutos", y lamentó que, en este asunto "como en tantos otros, sería deseable que el PSOE nos informara de su posición, sus objetivos y sus medios".
Rajoy también desgranó los logros en materia de lucha contra el terrorismo, entre los que destacó las reformas legales que han permitido afrontar la lucha callejera o la ilegalización de Batasuna; el liderazgo español en materia de legislación europea, y la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Finalmente, el vicepresidente dedicó un apartado de su intervención a la Unión Europea y la necesidad de seguir impulsando una política exterior y de seguridad común, para lo que consideró imprescindible establecer una política común de inmigración. Tras afirmar que España "apuesta decididamente" por la UE, Rajoy subrayó que "también apuesta por mantener las mejores relaciones posibles con Estados Unidos, porque no son opciones excluyentes EEUU y la UE".
Política frente a “soflamas”
El vicepresidente aconsejó a los asistentes -diputados, senadores y dirigentes del PP- que en las próximas semanas se centren en subrayar los avances logrados por los Gobiernos de Aznar y en plantear las propuestas para las próximas elecciones, para que en la campaña electoral haya "verdadero debate político y no sólo soflamas".
Para concurrir a las elecciones, "es importante tener criterio, saber lo que se quiere, tener los medios y explicarlo muy bien", dijo Rajoy, quien apostó por hablar de "ideas y programas, y de balance" aunque los demás se limiten a hablar de "lo único que saben hablar que es el Prestige, Irak" y de la huelga general.
Así, aseguró que, pese a que el líder del PSOE hable de esos temas, él no hablará "ni del Mar Egeo, ni del Casón; no voy a hablar de Irak en 1991, ni de lo de OTAN no, ni de Kosovo con su apoyo, y no le voy a hablar de las cuatro huelgas generales de todos conocidos".
Balance de Gobierno
El vicepresidente estructuró el resto de su intervención en tres grandes ejes con los que abarcó la práctica totalidad de los asuntos abordados en los últimos años por el Gobierno. Así, bajo el epígrafe de calidad de vida, recordó las bajadas de impuestos, la subida de las pensiones, el saneamiento de la seguridad social, las ayudas a las mujeres y discapacitados, la reforma de la educación y de la sanidad, entre otros.
Subrayó la importancia de la estabilidad del modelo de estructura territorial del Estado, que apuntó "sólo se podría modificar por acuerdo de todos los que pactamos la Constitución y los Estatutos", y lamentó que, en este asunto "como en tantos otros, sería deseable que el PSOE nos informara de su posición, sus objetivos y sus medios".
Rajoy también desgranó los logros en materia de lucha contra el terrorismo, entre los que destacó las reformas legales que han permitido afrontar la lucha callejera o la ilegalización de Batasuna; el liderazgo español en materia de legislación europea, y la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Finalmente, el vicepresidente dedicó un apartado de su intervención a la Unión Europea y la necesidad de seguir impulsando una política exterior y de seguridad común, para lo que consideró imprescindible establecer una política común de inmigración. Tras afirmar que España "apuesta decididamente" por la UE, Rajoy subrayó que "también apuesta por mantener las mejores relaciones posibles con Estados Unidos, porque no son opciones excluyentes EEUU y la UE".