L D (EFE) Rajoy señaló este domingo que el PSOE tiene una "obsesión patológica por revisar el pasado" y consideró que el presidente del Gobierno debe "dar la cara" y debatir con él sobre la comisión del 11-M y la situación económica y las cuentas públicas que dejó el PP. "Tenemos el mínimo derecho democrático a que estos asuntos los debata el presidente del Gobierno; a mí no me vale el carrusel de sonrisas, ni que mande a otros a hacer declaraciones y que él no dé la cara", afirmó.
Rajoy se expresó así en su intervención de clausura de los cursos de verano de la Fundación FAES, en la que repasó la actividad del Gobierno de Zapatero y consideró que se ha mostrado "muy perezoso a la hora de preocuparse de los problemas reales de los españoles e hiperactivo, estresado incluso, a la hora de revisar el pasado". Explicó que la única actividad legislativa impulsada en casi cien días de Gobierno ha sido derogar "una parte sustancial" del Plan Hidrológico Nacional, retrasar la entrada en vigor de la Ley del sector ferroviario y paralizar la LOCE por decreto. "Por otro procedimiento jurídico distinto, que se llama por talante, regalamos el peso que España había conseguido en Niza, y por el procedimiento de porque sí, el Plan de Infraestructuras ya no sirve", dijo.
En opinión de Rajoy, esto sucede porque Zapatero llegó al Gobierno sin un proyecto, y además optó por no definirlo ni llegar a acuerdos estables de gobierno demostrando una total "ausencia de iniciativas, ideas y programas". A ello se suma, según Rajoy, el hecho de que los socialistas esperaban que el PP fuera "estrepitosamente derrotado en las europeas y entrara en una etapa de debilidad interna y de desánimo", circunstancia que les "hubiera permitido vivir sin hacer nada". Como no sucedió así, el Gobierno de Zapatero se encontró con que "o hacía algo positivo o hacía de la liquidación de todo lo anterior el eje de su acción política" y eligió esta segunda opción.
A consecuencia de ello "no se gobierna" sino tan sólo se produce un "carrusel de genialidades" por parte de los ministros y se debaten asuntos que sólo preocupan a "alguna minoría" como "la división de los archivos nacionales, la fractura del sistema de Justicia o las selecciones deportivas"; temas todos "que quedan en nada, pero entretienen a la afición". Fue entonces cuando señaló que la "característica esencial" de la labor del Ejecutivo es su "obsesión patológica" por desmontar la labor de los gobiernos del PP y, en especial la gestión económica y de las cuentas públicas, que ahora se presenta como "poco menos que una catástrofe, o como la de algunos de sus ídolos europeos".
Rajoy se expresó así en su intervención de clausura de los cursos de verano de la Fundación FAES, en la que repasó la actividad del Gobierno de Zapatero y consideró que se ha mostrado "muy perezoso a la hora de preocuparse de los problemas reales de los españoles e hiperactivo, estresado incluso, a la hora de revisar el pasado". Explicó que la única actividad legislativa impulsada en casi cien días de Gobierno ha sido derogar "una parte sustancial" del Plan Hidrológico Nacional, retrasar la entrada en vigor de la Ley del sector ferroviario y paralizar la LOCE por decreto. "Por otro procedimiento jurídico distinto, que se llama por talante, regalamos el peso que España había conseguido en Niza, y por el procedimiento de porque sí, el Plan de Infraestructuras ya no sirve", dijo.
En opinión de Rajoy, esto sucede porque Zapatero llegó al Gobierno sin un proyecto, y además optó por no definirlo ni llegar a acuerdos estables de gobierno demostrando una total "ausencia de iniciativas, ideas y programas". A ello se suma, según Rajoy, el hecho de que los socialistas esperaban que el PP fuera "estrepitosamente derrotado en las europeas y entrara en una etapa de debilidad interna y de desánimo", circunstancia que les "hubiera permitido vivir sin hacer nada". Como no sucedió así, el Gobierno de Zapatero se encontró con que "o hacía algo positivo o hacía de la liquidación de todo lo anterior el eje de su acción política" y eligió esta segunda opción.
A consecuencia de ello "no se gobierna" sino tan sólo se produce un "carrusel de genialidades" por parte de los ministros y se debaten asuntos que sólo preocupan a "alguna minoría" como "la división de los archivos nacionales, la fractura del sistema de Justicia o las selecciones deportivas"; temas todos "que quedan en nada, pero entretienen a la afición". Fue entonces cuando señaló que la "característica esencial" de la labor del Ejecutivo es su "obsesión patológica" por desmontar la labor de los gobiernos del PP y, en especial la gestión económica y de las cuentas públicas, que ahora se presenta como "poco menos que una catástrofe, o como la de algunos de sus ídolos europeos".
Dos debates, las cuentas y la comisión del 11-M
Es por esto por lo que Rajoy reclamó a Zapatero que "de la cara" y acceda a debatir con él sobre la situación económica que dejaron los gobiernos de Aznar. En cuanto a la importancia de un debate sobre las conclusiones de la comisión de investigación del 11-M, Rajoy apuntó que "si queremos transparencia, parlamentarismo del bueno y saber la verdad, es bueno que haya ese debate" y aseguró tener "la firme convicción" de que Zapatero lo va a aceptar. "Y si no fuera así, me llevaría una colosal sorpresa", dijo.
Para Rajoy, "se trata de saber quién faltó a la verdad", "quién hizo que casualmente" miles de españoles se congregaran ante sedes del PP el día de reflexión, y quién y por qué "inventó que el PP intentó que se suspendieran las elecciones". También consideró "importante" que se sepa que su partido no ha vetado la presencia de nadie en dicha comisión y tampoco le ha negado documentos, pero que "el Gobierno, el PSOE y una minoría sí lo han hecho".
Es por esto por lo que Rajoy reclamó a Zapatero que "de la cara" y acceda a debatir con él sobre la situación económica que dejaron los gobiernos de Aznar. En cuanto a la importancia de un debate sobre las conclusiones de la comisión de investigación del 11-M, Rajoy apuntó que "si queremos transparencia, parlamentarismo del bueno y saber la verdad, es bueno que haya ese debate" y aseguró tener "la firme convicción" de que Zapatero lo va a aceptar. "Y si no fuera así, me llevaría una colosal sorpresa", dijo.
Para Rajoy, "se trata de saber quién faltó a la verdad", "quién hizo que casualmente" miles de españoles se congregaran ante sedes del PP el día de reflexión, y quién y por qué "inventó que el PP intentó que se suspendieran las elecciones". También consideró "importante" que se sepa que su partido no ha vetado la presencia de nadie en dicha comisión y tampoco le ha negado documentos, pero que "el Gobierno, el PSOE y una minoría sí lo han hecho".
FAES, imprescindible
Rajoy dijo que para recuperar el gobierno le es "imprescindible" la ayuda de la FAES y su presidente, José María Aznar, y aseguró tener "la absoluta seguridad de que me va a ayudar". Rajoy reivindicó "la obra y el ejemplo" de éste al frente del partido y del Gobierno como "la mejor herencia y capital" del PP y la base sobre la que renovar su formación con el objetivo de ampliar el apoyo social y recuperar el gobierno. Por su parte, Aznar presentó a Rajoy como la persona que debería estar presidiendo el Gobierno si no hubiera sido por la "mayor desgracia" de la historia reciente de Europa, pero se mostró convencido de que, tras desarrollar una labor para la que "contará con la ayuda de todos y con la mía", será capaz de "devolver al PP al Gobierno".
Aznar y Rajoy aprovecharon así su coincidencia en la última jornada de los cursos para poner de manifiesto que no existen diferencias de opinión entre ellos y que mantienen una buena sintonía, pese a quienes quieren "demostrar lo que no se puede demostrar" interpretando las palabras de unos y otros. Así, Rajoy planteó que para recuperar el gobierno, "no es que me haga falta, sino es que es imprescindible el concurso de la FAES, y yo le pido al conjunto de sus miembros, y de forma muy especial al presidente Aznar que me ayude en esta tarea".
Por su parte, Aznar planteó que la FAES "no es neutral, tiene sus opiniones y las dice", pero subrayó que la fundación que preside "trabaja con un objetivo claro, al servicio de un proyecto político y para contribuir a reconstruir y consolidar" una mayoría social con la que recuperar el poder. Dijo que a Rajoy le "sobran cualidades para llevar de nuevo nuestro mensaje a la cabeza y los corazones de los españoles" y subrayó que, en esa tarea "contará con la ayuda de todos, contará con la mía y devolverá al PP al Gobierno".
Aznar y Rajoy aprovecharon así su coincidencia en la última jornada de los cursos para poner de manifiesto que no existen diferencias de opinión entre ellos y que mantienen una buena sintonía, pese a quienes quieren "demostrar lo que no se puede demostrar" interpretando las palabras de unos y otros. Así, Rajoy planteó que para recuperar el gobierno, "no es que me haga falta, sino es que es imprescindible el concurso de la FAES, y yo le pido al conjunto de sus miembros, y de forma muy especial al presidente Aznar que me ayude en esta tarea".
Por su parte, Aznar planteó que la FAES "no es neutral, tiene sus opiniones y las dice", pero subrayó que la fundación que preside "trabaja con un objetivo claro, al servicio de un proyecto político y para contribuir a reconstruir y consolidar" una mayoría social con la que recuperar el poder. Dijo que a Rajoy le "sobran cualidades para llevar de nuevo nuestro mensaje a la cabeza y los corazones de los españoles" y subrayó que, en esa tarea "contará con la ayuda de todos, contará con la mía y devolverá al PP al Gobierno".