(Libertad Digital) En pocos minutos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se contradijo hasta en dos ocasiones. La primera y más grave respecto a los errores en la identificación de los cadáveres del Yak-42.
En respuesta a Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, el presidente relató que "el mismo día que tomé posesión di dos instrucciones al ministro de Defensa: la retirada de Irak y la mayor consideración" a los familiares de los muertos en el Yakolev. Explicó que "tres días después", Bono recibió a los familiares y después viajó a Turquía. Así, añadió, "es voluntad del Gobierno seguir prestando colaboración a los familiares que quieran someterse a pruebas de ADN". Luego llegó la promesa: "Nunca será objeto de debate partidario". Hubo abucheos desde los bancos populares que quedarían justificados poco después.
Intervino entonces el secretario general del PP, Mariano Rajoy, con su pregunta: ¿Por qué no explica aquí su decisión de enviar tropas a Afganistán? Zapatero contestó que abrirá "un periodo de consultas, cosa que no ha existido con el anterior Gobierno". Anunció además que tanto el ministro de Defensa, José Bono, como el de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El líder de la oposición replicó que Zapatero está dispuesto a enviar tropas sin explicarlo y sin consultarlo. "es verdad que van a venir dos ministros", explicó para apuntar: "... a decir lo que yo ya se desde el 30 de mayo y usted no respondió". Tras el reproche, Rajoy recordó que el ministro de Defensa, José Bono, "dijo que no iba a mandar tropas" y después de las elecciones europeas cambió de opinión.
Tras ello, Rajoy exigió al presidente del Gobierno que aclare "cuándo" se enviarían, "si hay instrucciones" y "si juega o no con el Parlamento". Añadió que "debe explicar también si quiere mejorar su imagen exterior después de salir de estampida de la reunión de la OTAn en Estambul dejando allí a más de 20 jefes de Estado para reunirse con el señor Pepe Blanco" o de "perseguir a Bush para hacerse una foto, cosa que al final consiguió". Se refería Rajoy al anbandono de Zapatero de la cumbre de la OTAN supuestamente para reunirse con su coordinador en La Moncloa y preparar el 36 Congreso del PSOE que se celebra este fin de semana. Para cerrar su turno, Mariano Rajoy reprochó a Zapatero: "Tiene usted vergüenza de mandar tropas al exterior".
La réplica del presidente del Gobierno encerró las dos contradicciones antes mencionadas: introdujo el Yak-42 en el debate partidario y corrigió que intervendría personalmente para informar sobre el envío de tropas a Afganistán.
Zapatero comenzó criticando al PP: "No aprenden ustedes nada. Van a cometer el mismo patinazo del debate de presupuestario de 2003, aunque les ha faltado llamarme cobarde". El presidente se sintió lleno de razón y reconoció que como sabía que le iban a preguntar por Afaganistán, "he estado esperando para decirle que no solo haré consulta sino que compareceré en el Pleno el día que el Consejo de Ministros tome la decisión". Eduardo Zaplana, portavoz parlamentario le recordaría después que hizo ese anuncio "arrastrado por la pregunta de Mariano Rajoy".