Amigo Fisgon, ten en cuenta que el gobierno de Zapatero no actua en este asunto, en el de Honduras, con mala voluntad ni ánimo de injuriar a nadie, solamente se trata de una cuestión de salud: NUESTRO PRESIDENTE Y SU GOBIERNO TIENEN UNA FEROZ ALERGIA AL CUMPLIMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN Y A CUALQUIERA QUE SE LO RECUERDE.
Por otra parte, ya estoy cansado de que el Sr. Zapatero rebata sistemáticamente los argumentos de la oposición con el único contraargumento de solicitarles su apoyo en todo tipo de cuestiones: Sr. Zapatero, Sr. Rajoy, los votantes del PP no han elegido a sus representantes para que apoyen al Gobierno, sino para que traten de fiscalizarlo (si saben y pueden); los han elegido en función de un programa que les exigen que traten de cumplir, y en base a eso la oposición debe hacer propuestas e intentar que sean aceptadas por el gobierno. Esto que es elemental para cualquier demócrata con algo de sentido común, parece no serlo para nuestra cúpula política. Asuman de una vez sus respectivos papeles y afronten valientemente las consecuencias de sus decisiones y las respectivas responsabilidades políticas.
No Rajao: reprueba al embajador mil veces. Lo de las reprobaciones es algo que funcioan muy bien: dices que repruebas (y es que esa patochada no vale para nada) y así permites que se olvide.
Hoy el gobierno de Zapatero ha vuelto a dar un escupitajo al pueblo de Honduras, por ser tan complacientes con la dictadura castrista y el camorrista venezolano, y en cambio tan exigentes con el parlamento y el poder judicial hondureños, retirando al embajador español, cuando los hondureños quisieron hacer cumplir su Constitución frente al pillastre Zelaya.