En los últimos días, el PP ha insistido en el mensaje de que siguen apoyando la política antiterrorista del Gobierno –pese a que el chivatazo sigue sin aclararse- y que la prueba de fuego para ese apoyo serán las elecciones de mayo. Ahí se verá si finalmente Batasuna-ETA, con el nombre de Sortu o con otra fórmula, consigue de nuevo colarse en los comicios.
Desde Génova insisten en que esa será la prueba que certifique si continúa el pacto antiterrorista con el Gobierno o si este se rompe. La situación, según informa Pablo Montesinos, se extenderá al acuerdo del PP vasco y el PSE: si Sortu concurre a las elecciones, Rajoy forzará a Antonio Basagoiti a dejar de apoyar al Ejecutivo de Patxi López "quiera o no quiera".
Desde el PP vasco se han mezclado los mensajes de desconfianza, en sintonía con los de Génova, como el que proclamó el propio Basagoiti poco después de la presentación de Sortu, con otros más matizados. "No hay que creer nada de lo que diga Batasuna porque todo está provocado por su necesidad de tomar oxígeno en las elecciones municipales", declaró Basagoiti esta semana.
Este mismo jueves, sin embargo, Iñaki Oyarzábal hizo otras declaraciones desde los pasillos de la Cámara vasca. Afirmó que su partido actuará con "generosidad" si Sortu ofrece "pruebas de que van en serio tras tantos engaños". Habló también de que existe un "horizonte de esperanza" gracias al "empeño" del PP y del PSOE, por lo que opinó que "los pasos que se han dado están forzados por la exigencia democrática (impulsada por ambos partidos) a los que han justificado públicamente el terrorismo".
"El día que estén dispuestos a hacerlo de verdad nosotros estaremos encantados y llamaremos a la generosidad, pero necesitamos pruebas y tiempo para ver que ellos son capaces de demostrar que esta vez van en serio después de tantos engaños", indicó. Sí coincidió con su partido en "exigir algunos pasos más" porque "lo que nos importa es que ETA desaparezca definitivamente".