Rajoy no acompaña a Aznar en su reaparición en un acto del PP

"Juntos pero no revueltos", asegura -entre risas- un miembro de la delegación del PP europeo al ser preguntado por el reencuentro de José María Aznar y Mariano Rajoy, que se produjo en Bruselas con motivo de un sentido homenaje a la figura de la fallecida Loyola de Palacio.

Un acto en el que el que fuera presidente del Gobierno y el que aspira a conseguirlo tras dos intentos fallidos no se cruzaron la palabra y en la foto de familia evitaron posar juntos. "Estuvieron muy distantes, pero eso no es novedad", recalca un asistente a la celebración.

Un gélido encuentro ante las cámaras que se tornó algo más cálido de puertas para adentro, cuando conversaron -con Ana de Palacio como gancho- tanto en la comida que mantuvieron con colegas europeos como en la sala de autoridades.

Entonces, ambos se emplazaron a la I cumbre del PP en el exterior, que se celebra hasta el próximo sábado en la ciudad de León. Una cita en la que, sin embargo, no coincidirán, a la vista del programa difundido por la Oficina de Información de Génova.

Según este esquema, el ex jefe del Ejecutivo tomará la palabra el viernes al mediodía, pero no será Rajoy quien escuche su diagnóstico si no su número dos, María Dolores de Cospedal. El jefe de la oposición llegará 24 horas después, y ya entonces Aznar no estará ni en España, según confirmaron fuentes solventes.

Un desplante reseñable habida cuenta de que Aznar no es muy dado a participar en actos de partido. La última vez que se subió en España -que no en el exterior- a un atril con las siglas del PP de fondo fue en la campaña electoral europea para pedir el voto por Jaime Mayor Oreja. Sí que es cierto que se le ha visto en otras ocasiones con dirigentes populares, como cuando festejaron en Sevilla el 20º aniversario de su primera Ejecutiva, pero no eran estrictamente actos de partido.

Aznar, el gran embajador del PP

Sin embargo, lo cierto es que la convención que se celebra en León le viene como anillo al dedo al presidente de FAES, cuya agenda internacional debería causar envidia al mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero. La hemeroteca de la fundación que preside demuestra un reguero de encuentros con los principales líderes tantos europeos como de América.

"El objetivo -de la cumbre de Léon- es dar voz a los emigrantes españoles que residen fuera de España", según apuntó Alfredo Prada, el hombre de Rajoy en el extranjero. Según sus cálculos, se elevan hasta los 1.4 millones.

Dicho lo cual, más allá de la lectura exterior del acto, la de la capital castellanoleonesa es la primera gran cita del partido de cara a las elecciones de mayo, y que tendrá continuidad la próxima semana en Sevilla. Dos convocatorias con las que Rajoy quiere dar por movilizado al aparato del PP porque, según vino a decir en el último Comité Ejecutivo Nacional, "ya estamos en campaña".

Libertad Digital hará una cobertura especial de ambos acontecimientos.