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Rajoy presume de unidad y "limpieza" y proclama que hay "proyecto" en el PP

Con la presentación del decálogo con el que pretende "conquistar" la Moncloa, Rajoy dio por clausurada la convención del PP que buscaba dar imagen de cohesión tras las últimas crisis. "Somos la alternativa", proclamó sin la presencia de Aznar, Arenas, Camps y Aguirre.

Nada nuevo en el discurso de Rajoy. El presidente del PP ha presentado en Barcelona el decálogo  con el que pretende alcanzar la presidencia del Gobierno. Un credo de partido con una idea principal: “la convicción en que los valores son los cimientos sobre los que se construye una sociedad”.

Y a eso se ha dedicado el líder de la oposición; a intentar vender la percepción de que el PP es un partido “previsible” y que no ha cambiado un ápice su hoja de ruta. “Para nosotros las propuestas se pueden y deben adaptar al cambio de los tiempos, pero los valores, nuestras raíces más profundas, no están sujetos ni a retoques ni a revisiones”, proclamó ante la cúpula nacional del partido y cerca de 3.000 militantes y simpatizantes.

 Sin embargo, en las primeras filas del auditorio del Palacio de Congresos donde se ha celebrado la convención nacional del PP no se han sentado aquellos que, teóricamente, representan esos principios y valores de los que tanto ha hablado Rajoy.

El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, no ha asistido porque no iba a tener voz ni en los discursos ni en las nueve mesas de debate que se han celebrado. El nombre de María San Gil estaba literalmente prohibido para los asistentes. La lista de teóricos referentes del partido  que no se han dejado caer por la Ciudad Condal es abultada: José Antonio Ortega Lara,  Ángel Acebes, Ignacio Astarloa, Luis Herrero…

Ninguno de ellos ha sido citado por Rajoy en su discurso de clausura, en el que ha hablado de diez puntos insalvables para el PP. Un credo con el que Rajoy se muestra seguro de que será capaz de “conquistar el futuro”. “Nos hemos mostrado ante Cataluña y ante toda España como lo que somos, un partido abierto y preocupado de los problemas de la gente”, continuó Rajoy, quien fue interrumpido en más de una ocasión por los aplausos y los gritos de “presidente, presidente”.

La conclusión, en su opinión, es que el PP es hoy por hoy “la alternativa”. “Somos la esperanza de una España mejor”, sentenció, para después hacer una recomendación a los suyos: “Cuando volváis a vuestras casas hacedlo con la alegría de los que creen que en el futuro, con la seguridad de los que confían en su proyecto y con la fortaleza de quienes se saben miembro de un partido nacional, abierto, limpio y unido”.

En este sentido, volvió a referirse al Código de Buenas Prácticas que el PP está elaborando para evitar espectáculos como el del caso Gürtel. Sin embargo, rehusó dar ningún tipo de detalle. “Nadie está obligado a participar en política, nadie está obligado a filiarse a un partido político, pero el que lo hace debe saber que su actitud debe ser ejemplar”, zanjó Mariano Rajoy.

Eso sí, anunció que esta semana propondrá un gran pacto contra la corrupción "en la vida municipal española".

Nuevo mensaje a los críticos

Los críticos también fueron protagonistas de su discurso. A ellos les dijo que el compromiso del PP “es con el conjunto de los españoles, no con los deseos o intereses de algunos, por muy legítimos que puedan ser”.

“Si nos dejamos condicionar por deseos o intereses que no son de la mayoría no podremos servir al conjunto y no acertaremos nunca. Así lo entiendo yo y estoy convencido de que vosotros también”, continuó el principal dirigente del PP.

La importancia de Cataluña “aunque me voten poco”

Evidentemente, Cataluña también fue otra de las grandes protagonistas. Tras ensalzar la figura de la candidata del PPC a presidir la Generalidad, Alicia Sánchez Camacho, Rajoy entró de lleno en la polémica lingüística: “Las lenguas únicamente tienen dos enemigos; quienes las prohíben y quienes las imponen”.

“Todos sabemos que en Cataluña ha conocido tiempos mejores. Y yo os dio que esos tiempos han de volver y que Alicia el PP serán, sin duda, protagonistas principales de ese cambio hacia la eficacia, la moderación y la concordia”, sentenció, entre críticas a la política de José Montilla y José Luis Rodríguez Zapatero.

Aguirre y Camps no escucharon a Rajoy

Hasta aquí el discurso del líder del PP. En cuanto a los corrillos, Esperanza Aguirre y Francisco Camps volvieron a ser protagonistas. En declaraciones a los periodistas, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, restó importancia a su ausencia, y afirmó: "del mismo modo que nadie duda de mi presencia aquí por haber llegado después" del comienzo de la Convención -Feijóo llegó a Barcelona el sábado antes de la hora del almuerzo de Rajoy con los presidentes autonómicos del PP-, "no dudemos de nadie por haberse ido un día antes".

A su juicio, hechos como éste en un país "a punto del 20 por ciento de paro" son "irrelevantes".

Por su parte, el presidente del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, opinó que no presenciar el discurso de clausura de Rajoy en la Convención "no quiere decir" que Aguirre y Camps "no estén" con el presidente de los populares.

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