La excusa de Rodríguez Zapatero de aducir el 23-F para no responder a la pregunta de Mariano Rajoy se trasladaba instantes después a los pasillos de la Cámara, en los que los propios protagonistas daban su opinión. "Es absurdo", dijo el líder del Partido Popular, visiblemente molesto.
"Decir que no me contesta porque es 23 de febrero es poco respetuoso con un Parlamento democrático, que es precisamente lo que intentaban los del 23-F", continuó Rajoy, para quien el presidente tiene "la obligación" de responder a la oposición, más aún en la sesión de control. El problema, adujo, es que Zapatero "tiene poco que decir" ante los demoledores datos económicos.
El presidente del Gobierno, unos instantes después, también en los pasillos del Congreso, ironizó sobre estas declaraciones de Rajoy: "Como es la primera vez que debatimos sobre economía...", informa EFE.
Lo cierto es que el debate se instaló con fuerza en los grupos, especialmente en el popular. "Es una vergüenza, lo que nos faltaba, qué será lo próximo", se quejaba, en corrillo, un veterano diputado del PP, que se jactaba de que a Zapatero "se le están acabando los conejos de la chistera".