L D (Europa Press) Mariano Rajoy se refirió, a lo largo de su intervención, a la derogación en el Congreso de los Diputados del trasvase del Ebro. Indicó, al respecto, que "hoy se cierra definitivamente, de momento, el debate sobre el PHN y sobre el trasvase en las Cortes" y destacó que la posición de los populares sobre este tema "ha sido clara", antes de asegurar que "desde luego, garantizo que si soy presidente del Gobierno, el trasvase del Ebro se hará". Resaltó que ésta "no es una declaración grandilocuente y de cara a la galería" y aseveró que es algo que "afirmo en cualquier lugar de España". Señaló que éste es "un tema que lleva pendiente muchísimos años" que "ningún gobierno se atrevió a abordar".
En esta línea, comentó que es una cuestión "que planteó el gobierno socialista siendo ministro Josep Borrell y secretaria de Estado Cristina Narbona y que se llevó al Consejo Nacional del Agua con un proyecto de trasvase de 1.800 hectómetros cúbicos" pero criticó que es también una iniciativa que "no se atrevieron o no supieron llevar adelante". El presidente de los populares explicó que "luego, el PP consiguió el voto en el Consejo Nacional del Agua, incluso con apoyos de comunidades gobernadas por partidos distintos" y lamentó que "ahora, por una razón puramente partidista, el Gobierno se lo ha cargado sin presentar ninguna alternativa".
Consideró también que "para la Comunidad Valenciana este gobierno no ha aportado nada más que cosas negativas", según dijo, "no sólo por sus planteamientos a nivel general sino por algunas decisiones que han afectado seriamente" a esta autonomía. Mariano Rajoy señaló que "en este momento, en España el Gobierno no se está preocupando de los problemas importantes ni de la economía". En este sentido, afirmó que el Ejecutivo central "ha iniciado un sin fin de debates sobre temas que afectan a la propia esencia de España" y lamentó que actualmente "tenemos en nuestro país abierto todo, la Constitución, debates autonómicos, planes que pretenden la autodeterminación y presidentes de autonomías anunciando que van a entrar en estados francófonos", algo que estimó "absolutamente sorprendente", precisó.
Por contra, sostuvo que le gustaría que "el debate no fuera éste" sino que "fuera el de los problemas reales de la gente, el de la economía, de los Fondos de Cohesión" y que "se resolvieran los asuntos que de verdad le importan a la gente".