L D (Europa Press) El presidente del PP intervino este mediodía en la clausura de la X Escuela Miguel Ángel Blanco, que se ha celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao bajo el lema "Ganar la libertad", junto al secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, y la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Mari Mar Blanco.
Rajoy comenzó su intervención trasladando el apoyo de su partido a la familia de Miguel Ángel Blanco, en el décimo aniversario de su asesinato a manos de ETA, y pidió a la Fundación que lleva su nombre a que "esta llama no se apague nunca y no echarle agua" incluso cuando la banda desaparezca. El presidente del PP recordó el denominado "espíritu de Ermua", que supuso "un punto de inflexión" en la lucha contra el terrorismo. De esta manera, destacó que "Ermua significó la unidad de todos los españoles. Ermua dijo no se aceptan chantajes, unió a todos" en la apuesta por la derrota de ETA, "la única eficaz y moral", y constituyó "el germen" de una política antiterrorista que se plasmó posteriormente en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, "la de la decencia, la de la derrota de ETA".
Rajoy lamentó que el "espíritu de Ermua" se "liquidó" con motivo del Pacto de Lizarra y cuando Rodríguez Zapatero "decidió incumplir sus propios compromisos, negociar con ETA y olvidar que a los terroristas sólo cabe derrotarles o que se rindan".
"No" al "oportunismo" en la estrategia anti-ETA
En este sentido, recordó que, con el consenso que existía en materia antiterrorista, "en España logramos establecer un abanico de instrumentos que constituían un arsenal muy acabado para combatir" el terrorismo, con acuerdos en aspectos como que "no había absolutamente nada que hablar con ETA", que "los terroristas no tienen más opción que desistir voluntariamente o a la fuerza" y que la estrategia contra el terrorismo "no cambiaría, aunque cambiara el Gobierno".
En esta línea, destacó que este acuerdo permitió reformas legislativas y propició una cooperación internacional "impagable", de modo que, "como resultado de todo ello", se produjeron "resultados espectaculares". "Esto es luchar contra el terrorismo, lo que estamos obligados a hacer porque es lo más útil, prudente y seguro y todo lo demás pertenece al campo de las invenciones, los palos al agua o mucho peor, del oportunismo. Las ocurrencias son ineficaces e imprudentes porque multiplican los riesgos y cualquier intento de negociación, también", añadió. De este modo, destacó que, "cualquier negociación beneficia a los terroristas, fortalece sus expectativas, acentúa sus exigencias y, en consecuencia, provoca más conflictos".
Rajoy censuró que José Luis Rodríguez Zapatero "hizo añicos", cuando asumió la presidencia, "esta doctrina". A su entender, cometió "muchos errores" que "nos han llevado a un desenlace que es ruinoso". "Engañó al PP, al Congreso de los Diputados, a los españoles, cedió en cosas en que no se puede ceder e intentó mantener vivo algo que sabía que no iba a ninguna parte porque jamás en la historia una organización terrorista que está negociando abandona sus objetivos políticos", agregó.
Como resultado de esta "aventura", según el líder del PP, "nuestra posición es objetivamente más débil". En este sentido, consideró que, en la actualidad, "están arrinconados instrumentos muy eficaces", como la Ley de Partidos o el Pacto Antiterrorista, y "se ha desconcertado a los ciudadanos". Para el líder del PP, "es milagroso que, en medio de esta confusión, la Guardia Civil y la Policía Nacional conserven su capacidad operativa".
ETA "ha ganado en lo material y lo moral"
En este contexto, lamentó que, mientras "nuestra posición es más débil", ETA, por el contrario, "ha ganado en lo material: reorganización, armas y tiempo, tiene ayuntamientos, tiene dinero e información" y también "ha ganado en lo moral" porque ha conseguido "una aureola internacional de insurgentes" y, sobre todo, "han fortalecido su voluntad de resistir".
Asimismo, lamentó que ETA "dispone de algo que habían perdido: la esperanza de salirse con la suya" y que ésta "se infla cada día" sin que Rodríguez Zapatero "cancele definitivamente lo que él llama el proceso". El presidente del PP insistió en que el presidente "tiene una responsabilidad política ante los españoles" y debe asumir "las consecuencias de sus actos y dar cuenta de sus actos, sobre todo cuando se trata de acontecimientos de esta gravedad".
Indicó que a Rodríguez Zapatero "no le gusta que le hablen de este asunto", como tampoco "a quienes no tienen más razón de existir que brindarle su apoyo" al presidente del Gobierno, "haga lo que haga". "Muchos quieren que no se le exija ninguna responsabilidad y que los demás nos callemos. No lo voy a hacer", insistió, advirtiendo de que "la responsabilidad más pronto o más tarde se la van a exigir los españoles".
Por su parte, el PP, dijo, "estará siempre apoyando a quien quiera derrotar a ETA, sea quien sea", pero "nunca negociará nada con una organización terrorista" porque "la sola utilización de la palabra 'negociación' es darle la esperanza a los terroristas". En esta línea, insistió en que "los terroristas no tienen más horizonte de futuro que la esperanza de poder negociar", ya que "la batalla a una sociedad democrática no se la pueden ganar" con "métodos criminales".
En cualquier caso, se mostró convencido de que ETA "está condenada irremisiblemente a la derrota" e insistió en que "sería derrotada antes, si no hubiera paréntesis o aventureros que interrumpan lo que ha sido una línea clara, contundente y apoyada por la mayoría".
Espíritu de Ermua
Finalmente, aseguró que el PP estará "siempre" con las víctimas y señaló que no prometerá una Ley de Solidaridad, como el presidente de Gobierno, "para luego no hacer nada", ni se comprometerá a "poner a las víctimas en el preámbulo de la Constitución" porque, "donde hay que colocarlas, es en la política antiterrorista como principio inspirador".
Por su parte, el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, trasladó a los asistentes el "saludo más cordial" de la presidenta de esta formación, María San Gil, ausente de la política activa de manera temporal por motivos de salud". Asimismo, instó a los cargos del PP a "no olvidar nunca" el espíritu de Ermua. Barrio destacó que el espíritu es "lucha por la libertad, derrota del terrorismo, paz sin precio político, justicia constitucional, colaboración internacional, trabajo con transparencia, sinceridad y verdad -eso es lo que hay que decirle a Zapatero- y, sobre todo, siempre con las víctimas, con su necesidad de memoria y dignidad".
Acebes homenajea a Miguel Ángel en el acto organizado por la AVT
Por su parte, el secretario general del PP, Ángel Acebes, ha acudido al homenaje al concejal popular organizado por la AVT en la Plaza de Colón de Madrid. El dirigente del PP apostó por "redoblar" la convicción de que contra ETA sólo cabe la derrota policial y judicial y la colaboración internacional y dijo que espera que se vuelva a esa unidad de los partidos para acabar con el terrorismo sin negociar ni ceder.
En declaraciones a los periodistas, Acebes dijo que hace diez años ni el Gobierno de José María Aznar ni la sociedad española "se sometió al chantaje" de la banda terrorista. Recordó que tras el asesinato de Blanco surgió el espíritu de Ermua, que definió como el de la libertad, que dio una "enorme fortaleza" al pueblo español y que "se transmitió a todas las instituciones: desde la judicatura a la policía, desde el Parlamento al Gobierno, desde el Tribunal Constitucional al Tribunal Supremo".
"Hoy aquel grito de vamos a por ellos sigue siendo tan necesario como entonces", aseveró el número dos de los populares, quien insistió en que hace diez años se decidió que "nunca se negociaría con los terroristas" ni se "cedería a su chantaje". Por ello Ángel Acebes apostó por "redoblar" la convicción de que "sólo la derrota de ETA nos hará más libres a todos cuando desaparezca el terrorismo desde su derrota policial, judicial y desde la cooperación internacional", a la vez que señaló que "no cabe dejar ninguna puerta abierta" a la cesión.
Se mostró convencido de que el espíritu de Ermua sigue estando en la "conciencia e inteligencia de la inmensa mayoría de españoles" y abogó por volver a esa unidad de entonces. "La verdadera unidad es la unidad en torno a la derrota de ETA", reiteró, antes de añadir que fue el espíritu de Ermua el que concitó la unidad de los demócratas y de la mayor parte de los partidos políticos, junto a las víctimas del terrorismo.
Dijo que los gobiernos del PP nunca negociaron con ETA ni cedieron a la banda terrorista y agregó que el único que lo ha hecho ha sido el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.