L D (Agencias) El líder del PP, Mariano Rajoy, se refirió a la violencia callejera en declaraciones a los medios desde Pontevedra. Indicó que es una muestra más "de lo que ya todos sabemos", que existen personas "que quieren imponer su voluntad", y que son "ETA y todo lo que hay a su alrededor". Rajoy denunció que la banda terrorista siempre atenta contra los "derechos y las libertades" de los demás, y por ello, el objetivo principal del Ejecutivo debería ser "acabar" con la organización terrorista y "con todo su entorno", pero no "desde luego, pactar con ella". Para el presidente del PP, actos como el de la pasada noche confirman que "ETA sigue viva y que está ahí".
Mientras, el secretario general del PP del País Vasco, Carmelo Barrio, condenó el ataque y dijo que responde a "las órdenes dadas por ETA-Batasuna para obligar al Gobierno a aceptar sus condiciones". En un comunicado, señaló que con este tipo de acciones los violentos pretenden "seguir dañando el Estado de derecho y las instituciones que lo integran" e "imponer sus objetivos del único modo que sabe, por medio de la amenaza y la intimidación".
Para el secretario general del PP vasco, estas acciones violentas "son actos que dan satisfacción a Otegi y Txapote". También denunció que los gobiernos de Ibarretxe y de Zapatero "han optado por mirar hacia otro lado y restar importancia a estas actos de violencia". Además, mostró su preocupación por la "creciente presencia de ETA-Batasuna" en las calles vascas "con total impunidad". "Estas acciones prueban que los terroristas no han cambiado nada y contradicen esa supuesta voluntad de aceptar las reglas y los valores democráticos que otros quieren hacernos creer que se da en el mundo de ETA-Batasuna", recalcó.
Para el secretario general del PP vasco, estas acciones violentas "son actos que dan satisfacción a Otegi y Txapote". También denunció que los gobiernos de Ibarretxe y de Zapatero "han optado por mirar hacia otro lado y restar importancia a estas actos de violencia". Además, mostró su preocupación por la "creciente presencia de ETA-Batasuna" en las calles vascas "con total impunidad". "Estas acciones prueban que los terroristas no han cambiado nada y contradicen esa supuesta voluntad de aceptar las reglas y los valores democráticos que otros quieren hacernos creer que se da en el mundo de ETA-Batasuna", recalcó.
El portavoz del PSE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, aseguró que la violencia no logrará "amedrentar a los socialistas" ni condicionar la política del Gobierno. Pastor dijo, en una entrevista concedida a RNE, que tampoco lograrán "conseguir réditos políticos con este tipo de actuación". Ése no es el camino", dijo. Además, advirtió de que "cualquier negociación, cualquier reunión de partidos para hablar de temas políticos no podrá abordarse si no hay una desaparición definitiva de la violencia porque, de otra forma, no nos encontraríamos en igualdad de condiciones para discutir de los temas que a los vascos y a los representantes políticos de los vascos nos interesen".
A su juicio, "estos hechos demuestran que hay una parte de ese mundo violento que no ha asimilado todavía que estamos en una nueva etapa, que ese camino no tiene ningún futuro ni ningún recorrido y que tiene que abandonar definitivamente cualquier expresión de violencia para que todos los ciudadanos vascos podamos respirar y debatir en libertad, sin la amenaza de las pistolas por parte de nadie".
También se refirió a los ataques de los proetarras el secretario general de Izquierda Unida exigió a Batasuna-ETA que se "desmarque claramente" de estos ataques y los condene porque al no hacerlo "admite algo inaceptable, la tutela de los violentos sobre el proceso de paz". En declaraciones a Europa Press, Gaspar Llamazares afirmó que este tipo de "prácticas" no tienen "ninguna cabida en el proceso de paz" y que esas "presiones" no serán aceptadas. Además, consideró que episodios como éste "retrasan" y "enturbian" el avance de la situación creada tras el alto el fuego permanente de ETA.